Dojo Kannagara No Michi

Bienvenidos al sitio oficial del Dojo Kannagara No Michi perteneciente a la Asociación Nacional de Aikido Aiki-Zen. En este sitio encontrarás información acerca de nuestro Dojo y su Dojo Central, como también, algunas actividades y artículos que sean del interés de practicantes de artes marciales de todos los estilos.

martes, 30 de diciembre de 2008

Aikido y Agricultura


Quizás de pocos es sabido o reconocido que la agricultura era un punto muy importante en la vida de Morihei, el cual ponía en práctica su visión de unión a la Naturaleza sacralizando la tierra y trabajándola a la vez, como si fuera él mismo, es decir, como un acto de misogi. Pocas referencias explícitas, por no decir ninguna, existen al respecto de la agricultura y Morihei, pero por suerte, existe otro magnífico Japonés que ha revolucionado el mundo de la agricultura "natural" devolviéndole su dimensión libertadora y sacralizada. Un libro en especial "La senda natural del cultivo" entrega hojas y hojas de inspiración y aliento en el cual siento unas conexiones muy profundas y en muchos casos con las palabras de Morihei y con la idea de Kannagara. Este hombre se llama Masanobu Fukuoka, y es conocido como "el agricultor del No-Hacer". Personalmente invito a todo aquel que se sienta atraido a hacer una lectura de este magnífico libro y a lanzarse a una práctica agraria en busca de sí mismos y de la dimension sagrada de la naturaleza. Aquí os transcribo un pequeño e inspirador párrafo:
"... Cuando el espíritu humano y la vida humana se mezclan con el orden natural y el Hombre se entrega al servicio de la Naturaleza, vive libremente como parte integrante que es del Mundo Natural, subsistiendo en su munificencia sin tener que recurrir a esfuerzos concienzudamente diseñados. Este tipo de cultivo al cual he bautizado con el nombre de Cultivo Natural Mahayana es el que se realiza cuando el Hombre está unido a la Naturaleza, porque esa es la forma de cultivo que trasciende al tiempo y al espacio y alcanza el cenit de la comprensión y de la sabiduría.
Esta relación entre el Hombre y Naturaleza es como un matrimonio ideal en el que los esposos, reunidos, llevan a cabo una vida perfecta sin pedir nada, dando y recibiendo todo uno del otro. El Cultivo Mahayana es la verdadera encarnación de a vida en sintonía con la Naturaleza. Aquellos hombres que viven una vida así son ermitaños y sabios."
Fuente:Kohai Mu, Aiki O'Kami

lunes, 29 de diciembre de 2008

Indra Devi


Mataji Indra Devi, conocida en las Américas como la primera dama del yoga, nació en Rusia el 12 de Mayo de 1899.
Su madre perteneció a la nobleza rusa y su padre era de origen sueco. Desde muy joven, Eugenie Peterson, se sentía atraída por la India, por su cultura y su espiritualidad.En 1920, durante la guerra civil, ella y su madre, salieron de Rusia para establecerse en Alemania, donde Eugenie entró a formar parte de un famoso teatro ruso. En calidad de estrella del mismo, visitó la mayoría de las capitales europeas. Su gran sueño, el de viajar a la India, se realizó en 1927. Allí vivió durante doce años; primero como visitante, luego como esposa de un diplomático extranjero y finalmente como estudiante de yoga. Indra Devi, como se la llamó más tarde, comenzó su entrenamiento de yoga después de haber sido curada por medios yóguicos de una dolencia del corazón que le había aquejado durante cuatro años.Durante su estadía en la India, la entonces Señora Strakaty hizo muchas cosas no convencionales, desde aparecer como personaje principal de la película india hasta mantener una estrecha amistad con Pandit Nehru y otros luchadores por la libertad de la India.También conoció personalmente a Mahatma Gandhi, y al gran poeta Rabindranath Tagore entre otros; se caracterizaba por sentirse feliz y a gusto tanto en un palacio de Maharaja como en la morada de un pobre. Su marido fue transferido a China y, estando ya en Shangai, Indra Devi, siguiendo el deseo de su maestro, Sri Krishnamacharya, abrió una escuela de yoga, la primera en China, en febrero de 1939. A raíz de sus recitales en el teatro, Indra Devi también adquirió fama como intérprete de danzas de los templos hindúes que había aprendido en Bombay.Una vez concluida la primera guerra mundial, Indra Devi volvió a la India para seguir sus estudios personales de yoga avanzado en los Himalayas. Allí, en las alturas del palacio de montaña del Marajá de Theri, ella escribió su primer libro: "Yoga", con prólogo del Dr.G.V.Deshmukh, publicado en 1948. Indra Devi comenzó a dar clases y conferencias sobre el tema, llegando a ser conocida como la primera occidental que enseñaba yoga en la India. Un año más tarde, a fines de 1946, fue llamada a Shangai para disponer de sus bienes. Para entonces, su esposo había regresado a Europa donde falleció. En lugar de regresar a la India, como lo había planeado, Indra Devi se subió a un barco rumbo a California, donde llegó en enero de 1947.
Pronto comenzó a dar clases y conferencias de yoga en Hollywood, contando entre sus estudiantes a Ramón Navarro, Jennifer Jones, Greta Garbo, Robert Ryan y Gloria Swanson, a quien dedicó su libro "Yoga for americans" (Editado aquí como "Yoga para todos").
Otros dos libros, "Por siempre joven, por siempre sano", y "Renueve su vida practicando yoga" fueron también publicados por Prentice Hall en Nueva York. Todos llegaron muy pronto a ser best sellers y se vendieron en 29 países siendo traducidos a 10 idiomas diferentes.En 1953 se casó con el Dr.Sigfrid Knauer, un distinguido médico y raro humanista, quien ayudó mucho a su esposa en su trabajo, ya que ella estaba sumamente ocupada en dar clases, conferencias, programas de televisión y de radio, así como conferencias de prensa en Estados Unidos y México. Después de obtener la ciudadanía americana, fue cuando legalizó el nombre de Indra Devi; ella viajó a la India donde su libro traducido al hindú llegó a ser conocido en todo el país y hasta llegó a ganar un premio del gobierno por el mejor libro de "no ficción". En 1960, Mataji apareció en los grandes titulares internacionales al presentar el yoga a funcionarios del Kremlin, en Moscú, durante una conferencia arreglada por el embajador de la India, el Sr. K.P.S.Menon al explicar a Kosigin, Gromyko, Mikoyan y otros el verdadero significado del yoga y sus beneficios, Mataji fue la responsable del levantamiento de la prohibición que pesaba sobre esta antigua ciencia india.Fue aclamada por la prensa extranjera como la "mujer que introdujo el yoga en el Kremlin". Al año siguiente su esposo compró una hermosa estancia en Tecate, México, cerca de la frontera con California. Allí estableció un centro internacional de adiestramiento para maestros de yoga. En 1966 viajó nuevamente a la India y a Vietnam con el fin de conducir meditaciones sobre la luz. Durante esta estancia en su patria espiritual, conoció a Sathya Sai Baba, adorado por millones de personas en todo el mundo como avatar de esta era. Viviendo en Tecate, efectuó 24 viajes a la India hasta que en 1977 se mudó nuevamente a este país, desde donde viajó para dar conferencias a las Tres Américas. El gobierno de San Salvador, la invitó para introducir yoga en las escuelas del país. Es importante destacar que es la primera vez que un gobierno comprende el inmenso y beneficioso valor del yoga para la formación completa, total e integral de la juventud. Mataji Indra Devi vino a la Argentina por primera vez en 1982. En 1985 se radica definitivamente en la Argentina comenzando una amplia tarea de difusión del yoga clásico, dando conferencias y seminarios en distintas ciudades de la Argentina, en Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, México en América, y España y Alemania en Europa.En noviembre de 1987, participa en el Primer Congreso latinoamericano de yoga realizado en Montevideo, Uruguay, y es nombrada presidenta honoraria de la Confederación Latinoamericana de Federaciones Nacionales de Yoga. En junio de 1988 creó la "Fundación Indra Devi, Yoga, Arte y Ciencia de Vida"; a través de la misma se organiza el I II y III Encuentro de Instructores de yoga (abril de 1988/1989/1990) contando con la participación de Profesores Argentinos, Americanos y Europeos. Mataji Indra Devi asistió como invitada especial al Congreso de Zinal 1988/1989/1990 organizado por la Unión Europea de Federaciones Nacionales de yoga; su concurrencia contó con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina. En octubre de 1988 participa en el Congreso Mundial realizado en Uruguay y organizado por la Confederación y Unión Latinoamericana de Federaciones Nacionales de Yoga (C.U.L.F.N.Y). En julio de 1989 fue nombrada presidenta honorífica del Congreso Mundial realizado en Sao Pablo, Brasil, organizado por C.U.L.F.N.Y. y ha sido invitada especialmente a participar en la 5ta Conferencia Internacional a realizarse en California en el mes de febrero de 1990 organizado por Unity in Yoga. En enero de 1989 visitó a su Maestro Sri Krishnamacharya que cumplía 100 años. En febrero visitó México dando conferencias y retiro espiritual en Cuernavaca.En Marzo y Junio del mismo año visita Asunción-Paraguay y Belho Horizonte-Brasil dando conferencias y clases públicas. En agosto 1989 dicta seminarios y conferencias en Alemania (Franckfurt Nüemule y Munich); en septiembre visita España para el lanzamiento en ese país de sus libros editados por Javier Vergara.En Febrero del año 1990 asiste al Congreso de Unity in Yoga Murrieta Hots Springs-California.En abril visita Mendoza (Argentina) dando cursos y conferencias y fue declarada huesped de honor; en Mayo viaja a Rusia visitando Riga y Moscú y otros. En julio 1990 realiza una gira por Estados Unidos/Los Angeles, Santa Mónica, Portland,Seatle, Santa Cruz, San Francisco y Palo Alto; Curacao. Esta gira la realiza acompañada por los directores de su Fundación, Iana y David Lifar. En agosto 1990 visita Alemania ciudades de Nüemule y Müzlein, en Bélgica, Bruselas y Answeret.En Octubre 1990 visita Bahía Blanca (Argentina) dando seminarios y conferencias y en noviembre visita La Rioja dando seminarios y conferencias y en diciembre visita Paraná. En Febrero 1991 realiza seminarios en Los Angeles, Santa Mónica y Curacao. En Abril de 1991 se lanza el libro Sai Yoga. Que fue considerado la sorpresa en la Feria del Libro, pues encabezó la lista de los más vendidos. En mayo de 1991 es invitada a San José de Costa Rica al Congreso de Integración Americana organizada por Unity in Yoga, donde asistieron personalidades de toda Latinoamérica. En julio vuelve a Costa Rica invitada por la Universidad por la Paz, organismo dependiente de las Naciones Unidas a dictar seminarios y conferencias. Como en otras oportunidades estuvo acompañada del Dr. David Lifar.
En agosto de 1991, visita Alemania, Frankfurt, Nüemule, Answeret, en septiembre visita Inglaterra, Londres, Oxford y otros dando seminarios y conferencias en las distintas ciudades; visita París donde también dicta seminarios y conferencias. En Octubre, 1991, viaja a Rosario y Santa Fe (en Argentina); en noviembre viaja a Tucumán y a Córdoba donde da seminarios y conferencias. En Abril de 1992 conduce un retiro espiritual que se realizo en Capilla del Monte, Pcia de Cordoba, ademas de dar conferencia en esa misma ciudad y en San Marcos Sierra.
En Mayo de 1992 viaja a Rusia invitada por el Comite Olimpico de ese país, dando charlas y seminarios. En esta oportunidad viajo acompañada de Iana y David Lifar. Natalia Apostolli fue la persona encargada de arreglar todo su programa en dicho país. En Junio de 1992, se lanza su Biografia,"Indra Devi, una Vida un Siglo", que escribio Natalia Apostolli, con singular exito, editada por Javier Vergara. También en este mismo mes viaja a la U.S.A. para conducir un Retiro Espiritual en los alrededores de Washington. Participó en un programa especial organizado en las NACIONES UNIDAS el dia 17 de Junio. En Julio 1994 viaja a California, Los Angeles y Portland, donde da Seminarios y Conferencias. También en ese mes de Julio viaja a la India y parte en Agosto de 1992 a Alemania, Bélgica y España dando seminarios y conferencias. En Setiembre 1992, visita México donde da también seminarios y conferencias.El 16 de Octubre de 1992, participa del Primer Encuentro Interreligioso, que se realiza en la Facultad de Medicina. Durante los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre de 1992 participa de imnumerables presentaciones por TV, diarios y revistas.En Febrero de 1993, Visita la ciudad de Punta del Este, dando una conferencia con singular éxito.Abril de 1993, dicta una conferencia pública en Bs.As., en el Shopping Unicenter, con una asistencia masiva.En Mayo de 1993, parte nuevamente para los U.S.A., donde participa en Los Angeles dando un seminario.En Julio viaja nuevamente a la India. Y en Agosto visita nuevamente Alemania dando seminarios.En Octubre 1993, regresa a la Argentina, participa de una conferencia pública que se realizo en Alto Palermo Shopping. En Diciembre 1993, dicta una Charla en el Teatro Lorange, a beneficio de la Fundacion Camino Abierto.n Enero de 1994 conduce un seminario que se realizo a bordo de un barco, que recorrio el Golfo de Mexico.En febrero de 1994, visita la India, pasa por los Ashram de Sw. Premananda, y Sw.Dayananda dando charlas en los mismos.En Abril de 1994 Mataji participa de numerosos programas de televisión, radio y prensa.En Mayo de 1994, como todas las veces que ella está en Buenos Aires, participa de Retiros Espirituales que se organizan en Los Cardales.El 20 de Mayo, partió para Rusia invitada por el Embajador Argentino en dicho país, Dr. Juan Carlos O'Lima, para dar charlas y conferencias.En Junio 1994 recibe Mensión Especial por la Acción Comunitaria, otorgada por el Rotary Club, del Distrito 4890. Como embajadora del Yoga en el mundo, recibe en 1994 el premio Obelisco de Oro en el Centro Cultural San Martín. Su figura se vuelve cada vez más reconocida y es así como diarios, revistas, programas de radio y televisión la llaman continuamente para realizarle reportajes. En 1995 es convocada para la foto de la revista Gente con los personajes del año y el suplemento Clarín Mujer la elige como una de las mujeres más importantes de 1998. Durante todos estos años viaja incansablemente y visita en innumerables oportunidades a su querida India, donde pasa los los ashram de Swami Premananda y Swami Dayananda, entre otros. Cuando está en Buenos Aires, ha participado en los retiros espirituales que se organizan en Los Cardales, Provincia de Buenos Aires, junto a Piero, ayundándolo a difundir su tarea con los chicos en el campo; también organizaron juntos el programa Canciones, Yoga y ustedes, que se difundió en Neuquén y Bariloche. En enero de 1995 inicia su viaje a Israel, donde participa del Congreso de Yoga para la Paz en Medio Oriente, realizado en Jerusalén. Poco después se publica su nuevo libro, Respirar bien para vivir mejor, y la serie de fascículos, Yoga y Salud, Curso práctico de Yoga y Curso práctico especializado de Yoga, reunidos más adelante en forma de tres volúmenes. En 1996 se presenta su libro Palabras del corazón. En ese mismo año comienza a dictar clases de Yoga junto con David Lifar en la cárcel de hombres (Unidad Nº 2 de Devoto) y en la de mujeres (Unidad Nº 3 de Ezeiza).
En abril de 1996 y 1997 se llevan a cabo la I , II y III Convención Nacional de Yoga, organizadas por la Fundación, con la asistencia de instructores y alumnos de todo el país y con la presencia de Mataji dando charlas y guiando meditaciones. Indra Devi murió el 26 de abril de 2002 por causas naturales.
Fuente:NuevoSer.com

domingo, 28 de diciembre de 2008

Aikido:Arte sin estilo

entrevista con Mitsugi Saotome Sensei
Extraído y traducido de Aikido Shobukan News
ASN_Una pregunta sobre O'sensei: Usted podría decir que él tenía un estilo de aikido, porque era una persona enseñando la técnica que había desarrollado. Ahora hay muchos dojos enseñando diferentes estilos físicos. ¿Es esto un progreso o una regresión de la técnica que él enseñó?
MS_O'sensei era una persona, pero no enseñaba un estilo. Estudié con él aproximadamente por 20 años. O'Sensei siempre estaba en movimiento, como un gran río. ¿Que clase de estilo tiene un río? No tiene. Presente diferentes tipos de movimientos pero continúa siendo un río. Los estudiantes de O'Sensei éramos como viajeros en bote, observando diferentes partes de su progreso. Hoy un estudiante puede decir, O'Sensei enseñaba esto, O'Sensei enseñaba aquello; la gente tiene diferentes recuerdos. O'Sensei nunca hablo de un estilo, nunca estuvo atado a un estilo. Sensei refinó su técnica toda su vida; siempre innovando, progresando; pero también mostrando Daitoryu, Takeuchi ryu y otros movimientos básicos de aikijujitsu.
Mientras O'Sensei enseñaba en diferentes épocas y a diferentes personas, solía mostrar diferencias en el Aikido. A veces venía gente religiosa a los seminarios que dictaba O'Sensei y él mostraba el lado espiritual del Aikido. Es como la historia de los tres ciegos que conocen un elefante. Cada uno toca una parte del elefante. El primero toca los pies y dice que el elefante es como una gran columna! Otro toca el cuerpo y dice, no parece una gran pared. El tercero toca la trompa y dice que el elefante es como un caño que se mueve. Cada ciego esta cerca de una parte diferente. O'Sensei era el elefante y sus estudiantes éramos ciegos.
¿Que clase de estilo enseño yo? Siempre estoy cambiando, pero uso los mismos principios. El Aikido no tiene estilos. Cada persona es diferente en estructura corporal y destreza física. En dos personas ikkyo se ve diferente. Ellos usan el mismo principio pero la aplicación cambia .La técnica en aikido aparece cuando la persona conecta la destreza con su tamaño corporal.
Todos y cada uno vienen al Dojo a practicar por motivos diferentes. Y eso está bien .Algunos vienen por ejercicio, por salud y algunos por un arte marcial. Es una búsqueda personal. No es una competición, donde la meta es convertirse en campeón. Cada persona es un campeón, eres tú conectándote con tu vida. Es innecesario comparar, quien es esto, quien es aquello, todo el mundo tiene su lugar. En otras artes marciales, la competición deportiva es la meta .Esto destruye la esencia del arte, no hay mas metas individuales.
Aquí, cada uno elige un propósito. El Aikido ayuda a realizar los individuos. Si el Aikido se convierte en deporte sería completamente diferente. Con reglas las posibilidades técnicas se ven disminuidas. No es posible descubrir una gran variedad de aplicaciones. El Aikido no esta en la misma categoría que el golf, tennis o el boxeo. Tenemos gran variación de los movimientos físicos.
ASN_Recientemente, en un artículo de hombu dojo se dijo que el entrenamiento con armas no era importante para el trabajo a manos vacías. ¿Cual es su opinión sobre esto?
MS_ Esto también es el reflejo de las diferentes experiencias de la gente. O'Sensei entrenaba mucho con bokken y jo. Si yo realizo ukemis, entonces tengo experiencia...Otras personas pueden tener la experiencia pero no pueden enseñar. Usted puede entonces ir a diferentes escuelas de armas como Iaido o Kashima Shinto ryu. Pero… el aikido incluye el trabajo con armas. De otra forma, usted no puede descubrir al aikido.
ASN_ ¿Cuales son los puntos importantes del entrenamiento con armas?
MS_ La percepción es diferente, así como también el juicio de la distancia y la posición. Con armas el entrenamiento es más intenso. El keiko con armas es muy importante para el físico, para la percepción. El cerebro esta alerta, la distancia es más dinámica. Ese es el problema de algunos maestros de aikido, no pueden impartir ese conocimiento. Pero yo pienso que el Hombu esta algo preocupado acerca de la imagen del aikido si se usan armas.
ASN_¿Una imagen negativa?
MS_Puede ser. O no quieren insultar a gente de kendo y otras escuelas.
ASN_¿Cual es la principal diferencia entre aikiken y kenjitsu?
MS_Pienso que no hay diferencia. Ambos usan conceptos aiki, y kumitachi, y kumijo siempre usa percepción aiki.
ASN_Con manos vacías, hay una sensación de tacto y de intención para usar aiki. Con armas, ¿como se genera ese mismo tipo de sensación?
MS_Esa es una pregunta simple con una respuesta muy complicada. Algunas personas no sienten esas cosas. En la práctica con armas, es algo así como, extender la energía. De nuevo, la distancia marca la diferencia. Los principios son los mismos .Si lo ataco con dos espadas, son dos manos, no hay diferencia. La gente trata, como en la primera pregunta, de encontrar un estilo, porque la gente siempre esta tratando de categorizar. La gente busca una trinchera segura, pero el estilo no es una trinchera. La guerra no tiene estilo.
ASN_Tenemos por un lado movimientos físicos de aikido, pero cada vez más, usted habla de energía, de sentimiento, de comunicación y percepción. ¿Como pueden los alumnos entrenar y cultivar esas ideas?
MS_Le respondo con una pregunta. He estado enseñando aikido por más de 20 años. Aun hoy sigo diciendo: ¿Eso es shihonague?. Muchos de los principiantes no comprenden, no es mi trabajo. La enseñanza de la técnica es trabajo de los alumnos avanzados." Esto es shihonage, el pie va aquí…". Son los más experimentados estudiantes los que dan esa clase de instrucción. Hay muchos yudanshas -Entonces, ¿como piensa Ud. que enseño a diferentes niveles? Mi responsabilidad es ayudar también a todos los estudiantes.
La relación sempai-kohai resuelve esto. La gente a veces no quiere crecer, no quiere superarse. No están lo suficientemente hambrientos. A veces el maestro está muy cerca de los alumnos y los ciega. Mis alumnos en washington pueden decir " Oh sensei viene al dojo todo el tiempo, no es especial" Pero la gente de otros países vienen, viajan mucho para estar aquí.. Cuando están lo suficientemente hambrientos, ellos vienen.
ASN_Por favor explique los conceptos de Nakazume y Metsuke.
MS_Nakazume es el estudio de como conectar el centro. Metsuke es el mantenimiento de la correcta visión. Esta relacionado con kikubaru, o buena energía, alerta.
Engloban al estudio de la energía. Algunos no tienen Nakazume y pierden conexión con uke. Nakazume significa siempre adelante. Siempre hacia el centro de uke. En shomenuchi ikkyo, muchos miran el brazo que golpea y pierden conexión con el centro de uke. Entonces si se dirige al centro de uke, entra y sale ikkyo waza. Si el ataque es shokomenuchi y me enfoco en el brazo, otra vez pierdo conexión. ES estar siempre mirando y conectando.
Nakazume, metsuke y Kikubaru se conectan y forman un triángulo. El estudio del mismo forja la correcta actitud y el alerta. Si la actitud cambia, la percepción cambia. Si la percepción es más amplia el centro de uke se abre. La actitud te conecta a Kikubaru, tu sentir.
La actitud es importante, como al dar una conferencia, conocer como hablar, como caminar, como gesticular...
Además luce bien. cuando tu esclarecimiento o alerta espiritual cambia, tu actitud física cambia. Los movimientos se vuelven bellos. La belleza es destreza, es poder interior, no solo una imagen. Una persona con equilibrio interior luce bella. Todos tenemos esa belleza. Esta es la lección más valiosa para la vida cotidiana. La actitud física no es otra cosa que: el reflejo del espíritu.
Esta es una verdadera necesidad para este país. Mientras más tiempo practiques, más cambiara tu vida. Esta sociedad ha perdido esta clase de educación. Solamente los militares tienen instrucción en comportamiento. En épocas pasadas las familias nobles eran educadas en esta forma.
La educación no es libertad. Es tomar autoridad y orden para mejorar a la gente. Esa es la educación real. En la vida moderna esto esta siendo destruido; todo es libre en extremo. Los niños no pueden ser libres. Deben de aprender el correcto comportamiento, no la libertad. La libertad es como una mascota sin educación. Al no tener disciplina, se mete en problemas. Los mayores y los padres dan educación, una guía para las acciones justas.
ASN_Algunas personas dicen que la educación es lo único que nos da libertad verdadera.
MS_ No Lo más importante para un individuo es el orden. Ha sido un punto importante por cientos de años, en todo país. ¿Como hacer mejores personas y mejores líderes?. En una familia noble no hay libertad. Hay muchas reglas: la forma correcta de comer, la forma correcta de dirigirse a los demás, la forma correcta de caminar. Es muy importante, pero la gente menosprecia esto. ¿por qué debo mantener la tradición? .. Porque los niños se educan mejor así. También la tradición forja el respeto. La gente no se muestra respetuosa si no posee orgullo. La gente hoy piensa que la libertad lo es todo. Pero los niños necesitan una guía, para llegar a ser correctos. Los niños son más flexibles. Sus mentes absorben la información de manera estupenda .Si los padres y la sociedad les suministra una guía, los niños son personas correctas. Se llama sentido común, parece libertad pero nunca pierde el rumbo. Si se tiene libertad sin una guía no se sabe donde ir. Cuando los niños tienen pistolas y le disparan a la gente, la sociedad no les dio una guía.
El cerebro humano es diferente al de los perros o gatos. La educación es muy necesaria para nosotros. Las mascotas aprenden a sentarse, echarse, hacerse el muerto. Los humanos debemos aprender como formar parte de una sociedad. La sociedad no es una jungla. ¿Por qué tenemos ceremonias en el dojo? ¿Es todo el mundo libre de entrar y salir del tatami? ¿La gente viene y dice -hey vos, enseñame-? No. Formamos en línea, aplaudimos, decimos onegaishimasu. Hay una manera correcta, respeto. El cuidado de los niños es importante, sin ceremonias, sin etiquetas; ¿qué clase de sociedad creamos?
¿Por qué la etiqueta es tan importante? Una sociedad de guerreros, donde todo el mundo porta una espada, es la más estructurada sociedad. El entrenamiento marcial no es solo técnicas de supervivencia, es sentido común, buen juicio. La gente no puede decir simplemente, debes respetarme. Si tú respetas a los demás, entonces te respetan. Si tú dices, soy un sempai, debes respetarme, ¿a quién le importa?.
Si comparamos la relación estudiante-maestro en Japón y USA. En Japón la relación es más tirante, incluso más que la relación de padres e hijos. Yo tuve suerte, tuve muy buenos maestros cuando era joven. Siempre tuve en el dojo entrenamiento y una guía.
Mientras crecía el dojo era mi oasis. Si me sentía solo e infeliz, me dirigía al dojo. Mi madre solía preguntarme porque iba al dojo todo el tiempo. Un dojo puede ser un segundo hogar, no solo un lugar en donde se enseñan técnicas. Esa era el negocio de O'Sensei. Algunas personas piensan en un negocio como una forma de hacer dinero. Para un Dojo eso no es importante. Si eres joven, anciano, ven y siéntete confortable, siéntete como en tu casa. Esa era la visión de O?Sensei, él nunca se preocupaba por cuanto dinero ingresaba al dojo. El dojo es tu hogar, debes mantenerlo limpio y ordenado. No es solo pagar, tomar las clases e irte. Yo soy más feliz que otros comerciantes. En un dojo de aikido, debes cuidar de la gente. Los buenos maestros son pacientes, aman a sus alumnos, la relación sempai kohai no es suficiente. Un buen maestro debe demostrar amor. ¿Quien le confiere al sensei poder y autoridad? Los estudiantes.
Traducción por Ch. Leyes.

viernes, 19 de diciembre de 2008

La consciencia testigo


Es posible que mientras inicias esta lectura, estés cómodamente sentado disfrutando un estado de cierta tranquilidad. Pero quizá sea una tranquilidad muy frágil... lmagina que ahora mismo te comentase una mala noticia o un suceso violento y desagradable. Es probable que tu tranquilidad se esfumara de inmediato y comenzaras a sentirte incómodo y tenso. Eso indicaría que tu estabilidad mental es más bien superficial, y que está a merced de cualquier acontecimiento que
se presente. ¿Por qué sucede esto? Porque no hay un estado suficiente de alerta y la mente se identifica con el suceso, provocando una respuesta emocional de incomodidad y tensión. Y esto suele sucedernos muy habitualmente, con independencia de que practiquemos hatha yoga, meditación, o cualquier otra técnica.
Todas las prácticas de yoga que solemos realizar son muy beneficiosas y nos ayudan a encauzar nuestra vida de un modo armonioso y positivo. Las posturas, el pranayama, la relajación, la meditación, el kirtan*, el karma yoga, etcétera, nos aportan salud y equilibrio. Pero este equilibrio con frecuencia tiene una duración breve y se puede alterar a la primera de cambio. Para que el equilibrio se convierta en nuestra naturaleza habitual y deje de ser un estado intermitente que depende de los acontecimientos, es necesario que nuestra práctica deje de ser una simple práctica y se transforme en un estilo de vida. Ello conlleva un profundo desarrollo de la atención en todos los momentos de nuestra existencia. Un vivir conscientemente de instante en instante.
El ser humano está dormido
Las escuelas de autoconocimiento y desarrollo del potencial humano consideran que el hombre común y corriente está dormido. Padece una actividad mental caótica y sin rumbo.
Está habitualmente perdido en largas divagaciones, consumido por un diálogo interno que muchas veces es obsesivo y no tiene sentido. Vive inmerso en historias de pensamientos mecánicos, en un estado de distracción casi continua que además suele ser la primera causa de todo tipo de accidentes. De hecho, toma consciencia de lo distraído que vive sólo cuando está a punto de sufrir un accidente que le puede costar muy caro.Este estado de ausencia de atención, en el que prevalece la inercia de los pensamientos involuntarios y no dirigidos, tiene enormes y devastadoras consecuencias. Por una parte está el olvido de sí mismo. El individuo no se da cuenta de que él existe mientras vive, piensa y actúa. Ha perdido la conexión con su centro, con su esencia, con su Ser. Por otro lado, la repercusión de los pensamientos negativos pasa una gran factura a su salud física y mental.
La raíz de la enfermedad está en la mente
Buda y Patañjali coinciden en el diagnóstico sobre la «enfermedad» del ser humano: El problema no radica en el cuerpo, aunque éste sea el recipiente donde generalmente se manifiestan las dolencias y sus síntomas. La raíz del problema está en la mente. En concreto, en los patrones mentales reactivos de «apego-aversión» (raga-dwesha) y en las fluctuaciones incontroladas de los pensamientos, que generan un tremendo caos mental.
Las investigaciones médicas y científicas han verificado lo que en la ciencia del yoga se sabe desde hace milenios: el enemigo más temible para el organismo no son los microbios, ni las bacterias, ni los virus, sino los patrones de reacción mental y los pensamientos negativos.
El pensamiento es una función natural y esencial en la vida del ser humano. La capacidad de pensar es un bien inestimable que nos diferencia de otras especies y nos ha permitido evolucionar y transformar el mundo. Es obvio que necesitamos pensar, especialmente cuando ello nos sirve para interactuar en la vida, relacionarnos con el presente o hacer previsiones de futuro. Pero hay muchísimas ocasiones en las que el pensamiento se convierte en una inercia mecánica y turbulenta que nos desconecta de la realidad y nos predispone a estados
de ansiedad, preocupación, miedo y todo tipo de emociones negativas. En consecuencia, nos desequilibra y nos precipita hacia el sufrimiento.
El cerebro es el ordenador que dirige al conjunto del organismo. Trabaja sin cesar durante toda nuestra vida regulando cada una de las funciones del metabolismo y su equilibrio químico.
La ciencia ha descubierto que cada vez que tenemos un pensamiento, el cerebro produce unas sustancias llamadas neuropéptidos y lo que sentimos y experimentamos es la producción y asimilación de dichas sustancias.
Las células del sistema inmunológico que se encargan de defender al organismo de las bacterias, virus, gérmenes y, en definitiva, de toda enfermedad, tienen un punto concreto de carga que recibe a los neuropéptidos. De este modo el sistema inmunológico percibe nuestros pensamientos y reacciona a nuestro diálogo interno.
La respuesta del sistema inmunológico a los elementos patógenos puede debilitarse, o incluso dejar de funcionar por causa de dichas sustancias. Es evidente que lo que pensamos tiene consecuencias, y que la respuesta del sistema inmunológico está condicionada por los pensamientos. El pensamiento positivo potencia el funcionamiento del sistema inmunitario y el pensamiento negativo lo debilita. Ahora podemos entender que la raíz de muchas dolencias, desequilibrios y enfermedades está en una forma de pensar que altera y entorpece el trabajo del sistema inmunológico.
Desde esta perspectiva, podría dar la impresión de que el pensamiento es el «malo de la película». En absoluto. En realidad, el problema en sí no son los pensamientos sino la relación que establecemos con ellos, la identificación y consiguiente reacción; una relación neurótica en la que el pensador es cazado por el pensamiento, se identifica con él y se deja arrastrar, olvidando que su verdadera identidad es independiente y diferente del fluir efímero de dichos pensamientos.
Consciencia testigo, eje del despertar y de la transformación
La mejor forma de liberarnos del efecto negativo que tienen en nuestra salud física y mental los pensamientos involuntarios o espontáneos y el diálogo interno es lo que en el yoga se define como el desarrollo de la consciencia testigo: una actitud de aceptación y observación imparcial ante nuestras emociones, pensamientos y sensaciones. Tal actitud nos permite ser conscientes de que no somos esos eventos pasajeros, y de la independencia que existe entre nuestro ser o yo profundo y lo que sucede en nuestra periferia. De este modo, no nos afectan ni contaminan los acontecimientos internos o externos; conservamos la libertad y la espontaneidad; dejamos de reaccionar mecánicamente y nuestra respuesta a todas las situaciones de la vida se convierte en plena acción consciente.
De entre todos los recursos que disponemos para potenciar y actualizar la consciencia testigo, destaca el método de meditación del «silencio interior» (antar mouna) que nos ha legado nuestro maestro Swami Satyananda. Con su ayuda, podemos entrenar la atención y permanecer como un testigo no implicado de la actividad espontánea de nuestra mente. Cuando nos sentamos a meditar estamos en una situación privilegiada para desarrollar la consciencia testigo y desactivar los condicionamientos de la mente. No obstante, no hay que olvidar que cuando termina la sentada, la actitud meditativa debe continuar. Hay que seguir establecido en la consciencia testigo en medio de las situaciones del vivir cotidiano. Es así como la práctica meditativa deja de ser una simple práctica y se transforma en un estilo de vida. Es así como la meditación se expresa en la acción y fructifica la sadhana*.
Están muy bien todas las prácticas que realizamos, las terapias que nos aplicamos, los seminarios en que participamos, los textos que estudiamos, los profesores que frecuentamos. Todo ello es una gran ayuda y nos proporciona salud, equilibrio, crecimiento y el despertar a la dimensión profunda de la existencia. Pero en muchos casos se queda sólo en destellos de despertar. En cuanto baja la alerta, y éste es un viejo hábito muy arraigado, vuelven la mecanicidad, los patrones de comportamiento condicionado y la avalancha de pensamientos con los que nos identificamos y a los que reaccionamos inconscientemente.
En cierto sentido, da lo mismo donde vivamos, da lo mismo lo que hagamos, las terapias que realicemos, las técnicas que practiquemos. Todo ello está muy bien, pero mientras no tengamos la firme determinación de reconocer en todo momento nuestro diálogo interno, nuestro pensamiento involuntario, seguiremos sumidos en el sueño. El diálogo interno nos suele acompañar durante todo el día y es más constante en nuestra vida que cualquier actitud, práctica o método que realicemos.
El despertar y la transformación profunda sólo suceden cuando actualizamos la consciencia testigo y nos desidentificamos y deshipnotizamos del mecánico diálogo interno. Llevar a cabo este despertar no es sólo cuestión de practicar técnicas sino de cultivar una actitud de alerta que impregna toda nuestra vida. Las técnicas nos ayudarán mucho, nos ayudarán a ir poco a poco, para finalmente establecernos en la actitud de ser consciente en todo momento.
La meditación en la vida cotidiana
Pero, mientras en el día a día no seamos conscientes del diálogo interno, las olas del océano mental seguirán dándonos revolcones, arrastrándonos y generando venenos que intoxican el conjunto de nuestro cuerpo-mente. Sólo tomando consciencia
del diálogo interno podemos liberarnos de él. Entonces dejamos de ser zarandeados por su oleaje y podemos navegar en la dirección adecuada. Éste es un proceso que comienza con la atención o autoobservación, madura con la meditación y nos lleva hacia la autorealización.
La consciencia testigo es un proceso de «guante blanco». No requiere actuar ni es un trabajo. No hay que suprimir ni ali-mentar nada. Es un no-hacer, no intervenir, no involucrarse.
Es un puro observar desde la aceptación, que nos libera de los condicionamientos mentales, nos permite ver las cosas tal como son y comprender la naturaleza profunda de todo fenómeno. La consciencia testigo sintetiza los factores esen-ciales que caracterizan la sadhana del yoga clásico o yoga de Patañjali: práctica constante (abhyasa) y no-apego, desidentificación (vairagya).
Cada momento y situación de la vida cotidiana es una invitación a vivir conscientemente, a desarrollar la consciencia testigo. Podemos observar el cuerpo mientras caminamos, podemos observar nuestra respiración mientras estamos en el autobús, podemos ser conscientes de nuestros pensamientos mientras hablamos, trabajamos, en todo momento. ¿A qué esperamos?
Es cuestión de determinación, de acordarnos y de perseverar... ¡Adelante!.
Fuente: Yoga World

jueves, 18 de diciembre de 2008

Mondo


Taisen Deshimaru
Cuál es la cosa más importante en las artes marciales?
Taisen Deshimaru: La respiración. En que condición estás debajo del ombligo? No quiero decir los órganos sexuales! Estoy hablando del hara tres anchos de dedo debajo del ombligo. La forma de desarrollar el poder del hara, es reunir toda tu fuerza ahí, esto se logra a través de la correcta respiración.
Podría hablarnos del kiai, el grito especial utilizado en las artes marciales, especialmente en karate y kendo? En nuestro dojo de karate se nos hace realizarlo muy seguido, toda una serie de gritos...
T.D.: Las vibraciones poderosas del kiai paralizan momentáneamente al adversario. Es comparable al kwatsu que los maestros de Zen Rinzai utilizan para sorprender y despertar a sus discípulos. En mi opinión, no hay razón para repetirlo una y otra vez, una vez es suficiente -- pero una vez de verdad. Emite tu grito con todo lo que eres, comenzando en el hara, el abdomen bajo o intestinos -- el lugar que los japoneses también llaman kikai, el océano de energía. Hacerlo correctamente es también haber aprendido respiración Zen, que es igual que en Budo -- una larga exhalación, tan profunda como se pueda. Justo al final de ella, la energía de uno es la mayor. El kiai es esa misma exhalación, combinada con un grito; el sonido debe surgir naturalmente de las profundidades del cuerpo, y para esto uno, obviamente, tiene que saber respirar, lo que pocas personas saben hacer.
En los dojos de artes marciales se enseñan muchos gestos diseñados para desarrollar la concentración -- la forma en que te colocas tu ropa y zapatos, la forma en que saludas al entrar...
T.D.: Cada uno de ellos es un kata. Kata significa "como uno se comporta". Cuando uno se inclina, no debe hacerse de cualquier manera que se quiera; en Occidente la gente vagamente juntan sus manos e inclinan sus cabezas, pero no han comprendido la belleza del gesto. Tiene que ser completo, entero: ambas palmas se juntan lentamente, brazos derechos, paralelos al suelo, puntas de los dedos al nivel de la nariz, luego se inclina todo el cuerpo superior hacia el suelo, poderosamente, desde la cintura, entonces se endereza el cuerpo, las manos aún juntas, luego se bajan los brazos naturalmente hacia los costados. El cuerpo recto, el cuello recto, pies firmemente en el suelo y la mente calma. Esto muestra tu respeto por tus oponentes, por tu maestro, por el dojo y por la vida!
...Todos estos gestos son extremadamente importantes, pues nos ayudan a adquirir un comportamiento correcto. Desarrollan la dignidad y el respeto, ayudan a crear una condición normal en nosotros.
Nadie hoy en día es normal, todos están un poco locos o desbalanceados, la mente de la gente está corriendo todo el tiempo. Sus percepciones del mundo son parciales, incompletas. Están siendo devorados en vida por sus egos. Piensan que pueden ver, pero están equivocados; todo lo que hacen es proyectar sus locuras, sus mundos, sobre el mundo. No hay claridad, no hay sabiduría en eso!
Es por esto que Sócrates, como Buddha, como cualquier hombre sabio que ha existido, comenzaba sus enseñanzas con: "Conócete a ti mismo, y conocerás al Universo." Ese es el espíritu del Zen tradicional y el Bushido; y al estudiar ese espíritu, es muy importante observar el propio comportamiento. El comportamiento influye sobre la conciencia. El comportamiento correcto significa conciencia correcta. Nuestra actitud aquí y ahora, influye sobre todo el ambiente: nuestras palabras, acciones, la manera en que nos quedamos o movemos, todas influyen sobre lo que sucede a nuestro alrededor o nuestro interior. Las acciones de cada instante, cada día, deben ser correctas. Nuestro comportamiento en el dojo nos ayudará a condicionar nuestra vida diaria.
Cada gesto es importante. Cómo comemos, cómo nos colocamos la ropa, cómo nos lavamos, cómo vamos al baño, cómo guardamos las cosas, cómo actuamos con otra gente, familia, esposa, cómo trabajamos -- cómo somos: completamente, en cada uno de nuestros gestos.
No debes soñar tu vida. Debes ser, completamente, en todo lo que haces. Eso es entrenar en kata.
El espíritu subyacente del Budo y el Zen van en esa dirección; son verdaderas ciencias del comportamiento. No tienen nada que ver con la imaginación que transforma el mundo, como es el caso de tantas religiones. Uno debe vivir el mundo con su cuerpo, aquí y ahora. Y concentrarse completamente en cada acción.
Pero eso es imposible!
T.D.: Piensas que Buddha era perfecto? El debe haber errado como todos nosotros. El era un ser humano. Pero siempre estaba tendiendo hacia el correcto comportamiento, que es el más alto ideal humano. La civilización moderna no tiene ni una pizca de todo esto; desde tú primer día en la escuela, te ves cortado de la vida para teorizar.
Lo que acabo de decir debe quedar claramente comprendido; no estoy hablando solamente de comportamiento exterior y apariencias exteriores, pero también, y más aún, sobre la actitud interior.
Cuál es la forma correcta de comportamiento? Ese es un gran problema.
Zen puede dar la respuesta. Cada escuela de filosofía ha tratado de dar respuesta a ese problema: existencialismo, estructuralismo, etc.... Pero ninguno de ellos da la llave de la manera correcta de llevar nuestras vidas. Al final, siempre se encarcelan en categorías; pero la fuente, la larga corriente de vida, no puede ser encarcelada.
Hay un koan que dice, "Caliente, frío, es como los sientas". Esto es verdad de todas las cosas.
Para cada persona, el aquí y ahora es diferente.
Fuente: enciclopedia shotokai

martes, 16 de diciembre de 2008

Hormigueos y Adormecimientos de las Extremidades: Parestesias


¿A quién no se le ha dormido alguna vez un brazo o una pierna por estar en una mala postura mucho rato? De repente, dejamos de sentir la extremidad de forma normal y parece como si nos estuvieran dando pequeños pinchazos, que unas hormigas se estuvieran paseando alegremente o, aún más angustioso, que no sintamos la extremidad como propia. Esta sensación tan común recibe el nombre de parestesia. Como casi todas las palabras raras de medicina, procede del latín (y cuando no, del griego, no falla) y significa sensación (estesia) anormal (para). Por derivación de la palabra “estesia” se pueden deducir más términos médicos, por ejemplo, una anestesia significaría una falta de sensación, una hiperestesia, una sensación aumentada, etc.
Estas parestesias, que son normales cuando se deben a posturas donde se presiona mucho tiempo una extremidad, también pueden ser secundarias a alguna enfermedad neurológica o vascular. Por eso, en esta entrada, sólo nos referiremos a las parestesias normales o fisiológicas.
Aunque cuando hablemos de parestesias estamos englobando a hormigueos y adormecimientos, en realidad, ambas sensaciones forman parte de un mismo fenómeno pero en distintas etapas. Están tan íntimamente relacionadas que cuando se siente un hormigueo suele ir acompañado, más tarde, de un adormecimiento. Bien, ahora pongámonos en situación e imaginemos la escena:
Llevamos unas pocas horas durmiendo e, involuntariamente, nos damos la vuelta y apoyamos parte del peso del cuerpo en un brazo mal flexionado para la situación. Es algo muy frecuente, la mayoría de las parestesias fisiológicas ocurren cuando estamos durmiendo.
Durante los primeros minutos, lo que ocurrirá será una compresión de los nervios y los vasos más superficiales de la zona. Tenemos que tener en cuenta que la sensación táctil la tenemos gracias a esos nervios que se están comprimiendo ahora mismo. Al presionar sobre el nervio, los vasos que lo rodean o ambos, estamos produciendo una falta de aporte sanguíneo a la zona, lo que se denomina isquemia. Los nervios suelen ser estructuras que tienen un metabolismo muy elevado. Necesitan mucho oxígeno y nutrientes para poder funcionar y éste no tienen otro remedio que captarlo de la sangre.
Como ahora no reciben el riego sanguíneo que necesitan, la excitabilidad de los nervios se altera y aumenta. Por ponerlo de forma simple y algo tosca, la excitabilidad consistiría en la capacidad de dar una respuesta a partir de un estímulo determinado. Si los nervios del brazo tienen ahora mismo como estímulo la presión que se ejerce sobre él, al alterar la excitabilidad también se alterará la sensación que tengamos. Por eso, pasados aproximadamente 15 minutos, tendremos una sensación táctil fuerte sin ningún estímulo equivalente que la justifique directamente, son los llamados hormigueos. Si, por alguna razón, durante la fase de hormigueos dejáramos de comprimir la zona del brazo, poco a poco esa sensación iría siendo más débil hasta desaparecer en unos pocos segundos. Pero ese no es nuestro caso, estamos durmiendo como marmotas y la sensación de hormigueos no es lo suficientemente fuerte como para despertarnos, así que seguimos haciendo presión sobre nuestro pobre y poco irrigado brazo.
El tiempo pasa y, conforme el nervio está más tiempo sin aporte sanguíneo, la excitabilidad, que estaba aumentada, ahora va disminuyendo porque ya no está para muchos trotes sin los nutrientes necesarios. En alrededor de 20 minutos, se anula toda sensación táctil menos la dolorosa, lo que llamamos adormecimiento. Pero además de las alteraciones en la sensibilidad, irá apareciendo progresivamente debilidad muscular y, finalmente y a los 30 minutos, la parálisis transitoria del brazo. Depende de la fase en la que nos levantemos y la sensación que tengamos de la zona podremos saber cuánto tiempo más o menos hemos tenido la extremidad bajo presión. Aunque es una estimación que puede variar ya que la presión puede ser mayor o menor y, por consiguiente, la disminución del riego sanguíneo puede ser muy variable. A mayor presión, menor tiempo en el adormecimiento y parálisis del brazo.
Ya han pasado 30 minutos, y tenemos el brazo adormecido y paralizado, si siguiéramos haciendo presión sobre éste durante horas se producirían daños principalmente en los nervios de la zona y, si la cosa dura bastante, muerte (necrosis) del tejido muscular. Y nos ocurriría una cosa similar a House, pero en lugar de quedarnos cojos, nos quedaríamos mancos. Precisamente, esas sensaciones anormales llamadas parestesias son útiles porque nos avisan de que algo no va bien y actuamos descomprimiendo la zona y agitando la extremidad para devolver el riego sanguíneo lo más pronto posible. Así que por muy molestas que nos resulten, son un mecanismo de protección.
Bueno, después de una hora con el brazo bajo presión, nos despertamos y entonces nos damos cuenta que no sentimos el brazo y que no podemos moverlo en una determinada zona. Enseguida, dejamos de hacer presión y empezamos a moverlo de un lado a otro masajeando la zona, bien con ayuda del otro brazo o bien con los músculos que no están paralizados del mismo brazo. Al hacer esto, estamos devolviendo el aporte sanguíneo que habíamos quitado por la presión. Es entonces cuando aparecen de nuevo los hormigueos porque vuelve a producirse una hiperexcitabilidad. Depende del tiempo y el grado de presión que hayamos ejercido, tendremos un mayor o menor tiempo de hormigueos. A mayor tiempo y fuerza de presión, mayor tiempo de hormigueos. Aunque lo normal es que duren menos de cinco minutos.
Simplificándolo mucho, mucho, si tuviéramos una gráfica representando la excitabilidad de los nervios y el paso del tiempo tras comprimir y descomprimir (a partir de los 20 minutos) una zona, sería más o menos así:
Se habrán dado cuenta de que no he unido los puntos de excitabilidad con líneas, la razón es que no conozco la progresión de la excitabilidad según el tiempo de isquemia, así que antes que imaginarse cosas, prefiero dejar sólo los puntos. Además, la división del tiempo de “x” en minutos no está proporcional, esta representación es sólo para hacerse una idea general del concepto de las parestesias.
¿Y por qué tanto la isquemia como la vuelta de irrigación de la zona provocan esos aumentos de excitabilidad antes y después del adormecimiento? La explicación es algo compleja para los que no tienen unos conocimientos previos de fisiología, así que esto va más para los que tienen conocimientos sobre el tema y se lo hayan preguntado alguna vez. Lo digo porque si alguien no lo comprende, es normal. La explicación sencilla y simple sería que hay cambios en los gradientes iónicos que hacen a las neuronas más excitables.
En cuanto a la explicación más avanzada:
Cuando es por la isquemia los aumentos de excitabilidad se deben a la apertura de los canales de Sodio (Na+), que hacen al interior de la neurona más positiva y esto favorece que se despolarice.
Cuando es por la vuelta del aporte sanguíneo se debe a un aumento de Potasio (K+) fuera de la célula, lo que frena la actividad de la bomba Sodio/Potasio evitando la hiperpolarización. Se produce una inversión del gradiente de Potasio y una despolarización de la neurona.
Fuente: Mechanisms of paresthesias arising from healthy axon

Fuente:medtempus.com

Mitsugi Saotome Sensei "Los Principios Del Aikido"







lunes, 15 de diciembre de 2008

Alojamiento a cambio de diálogo


Con tal que proponga a sus moradores, y lo gane, un debate sobre cualquier aspecto del budismo, todo monje vagabundo tiene derecho a quedarse en un monasterio Zen. Si por el contrario, sale derrotado, deberá marcharse.
Dos hermanos, ambos monjes, vivían solos en un monasterio en el norte de Japón. El hermano mayor era muy docto, mientras que el pequeño era estúpido y le faltaba un ojo. Un monje vagabundo llegó cierto día al monasterio en busca de alojamiento. Según la costumbre, desafió a los hermanos a entablar una discusión sobre la sublime enseñanza. El mayor, que se encontraba bastante cansado de tanto estudiar, pidió al más joven que ocupara su puesto. “Ve y arréglatelas para que el diálogo se haga en silencio”, le aconsejo, pues conocía su escasa habilidad con las palabras. El joven monje y el recién llegado se dirigieron al oratorio y tomaron asiento.
Poco después, el forastero llegaba corriendo hasta el lugar donde se encontraba el hermano mayor. “Puedes sentirte satisfecho”, le dijo. “Tu joven hermano es un eminente budista. Me ha derrotado”. “Cuéntame cómo se desarrolló el diálogo”, le rogó el hermano mayor. “Al sentarnos”, explicó el viajero, “yo levanté un dedo, representando a Buda, el Iluminado. El replicó levantando dos dedos, dando a entender que una cosa era Buda y otra sus enseñanzas. Tras lo cual yo alcé tres dedos, simbolizando al Buda, sus enseñanzas y sus seguidores, llevando una vida armoniosa. Pero él me lanzó entonces un puño a la cara, indicándome que las tres cosas proceden de una comprensión única. Fue así como ganó, y por lo tanto yo no tengo derecho a quedarme”. Dicho esto, reemprendió su camino.
“¿Dónde se ha metido ese tipo?” preguntó el hermano menor, que salía entonces del monasterio. “Tengo entendido que ganaste el debate”. “No gané nada. Vengo a darle una paliza a ese monje”. “Cuéntame cuál fue el tema de la discusión”, dijo el hermano mayor. “¡El tema!... Pues bien: Nada más sentarnos, ese tipo levantó un dedo, insultándome al insinuar que sólo tengo un ojo. No obstante, puesto que se trataba de un forastero, pensé que era mi obligación portarme cortésmente, así que le mostré dos dedos, felicitándole por su buena suerte, que le había permitido conservar ambos ojos. Pero entonces, el muy miserable alzó impunemente tres dedos, sugiriendo que entre él y yo no sumábamos más que tres ojos. Esto me sacó de mis casillas y empecé a darle de puñetazos, pero él logró escapar y así acabó todo”
Del libro: Carne de Zen, huesos de Zen.

domingo, 14 de diciembre de 2008

El arco, la flecha y el blanco


Todos somos arqueros de la voluntad Divina. Por lo tanto, es indispensable conocer los instrumentos que tenemos a nuestra disposición.
El arco
El arco es la vida: de él viene toda la energía.
La flecha un día partirá. El blanco está lejos.
Pero tu vida siempre permanecerá junto a ti, y hay que saber cuidarla.
Necesitas periodos de inacción; un arco que está siempre armado, en estado de tensión, pierde su potencia. Por lo tanto, acepta el reposo para recuperar tu firmeza. Así, cuando estires la cuerda, tu fuerza estará intacta.
El arco no tiene conciencia: es una prolongación de la mano y el deseo del arquero. Sirve para matar o para meditar. Por ello, debes ser siempre claro en tus intenciones.
Un arco tiene flexibilidad, pero también tiene un límite. Un esfuerzo más allá de su capacidad lo romperá, o dejará exhausta la mano que lo sostiene. Del mismo modo, no exijas de tu cuerpo más de lo que te pueda dar. Y recuerda que un día llegará la vejez, y eso es una bendición, no una maldición.
Para mantener el arco abierto con elegancia, haz que cada parte dé de sí sólo lo necesario, y no disperses tus energías. Así podrás disparar muchas flechas sin cansarte.
La flecha
La flecha es tu intención. Es lo que une la fuerza del arco con el centro del blanco.
La intención del ser humano tiene que ser cristalina, recta, bien equilibrada.
Una vez que la flecha parta, no volverá. Por lo que, si los movimientos que te han llevado a través del proceso no han sido precisos y correctos, es mejor interrumpirlo y no actuar precipitadamente sólo porque el arco ya está tenso y el blanco espera.
Pero nunca dejes de manifestar tu intención si lo único que te detiene es el miedo a errar. Si hiciste los movimientos correctos, da los pasos necesarios y acepta el reto, abre la mano y suelta la cuerda,. Aunque no des en el blanco, sabrás afinar la puntería la próxima vez.
Si no te arriesgas, nunca sabrás qué cambios eran necesarios.
El blanco
El blanco es el objetivo que hay que alcanzar.
Lo escogiste tú. En eso reside la belleza del camino: no puedes nunca disculparte diciendo que el adversario era más fuerte, pues fuiste tú quien escogió el blanco, y tuya es la responsabilidad.
Si ves en el blanco a un enemigo, puede que aciertes el tiro, pero no te mejorarás en nada a ti mismo. Te pasarás la vida simplemente intentando colocar una flecha en el centro de una cosa de papel o madera, algo completamente inútil. Y cuando estés con otras personas, te quejarás de que nunca hiciste nada interesante.
Por eso, tienes que escoger tu objetivo, dar lo mejor de ti para alcanzarlo, tratándolo con respeto y dignidad: tienes que saber qué significa y cuánto esfuerzo, entrenamiento e intuición te ha exigido.
Al mirar al blanco, no te concentres en él; mira todo lo que sucede a tu alrededor, porque la flecha, al ser disparada, se encontrará con factores con los que no has contado, como el viento, el peso, la distancia.
El objetivo sólo existe en la medida en que un hombre es capaz de soñar con alcanzarlo. Lo que justifica su existencia es el deseo, sin el cual sería una cosa muerta, un sueño distante, una fantasía.
Así, del mismo modo que la intención busca su objetivo, el objetivo también busca la intención del hombre, pues es él quien da sentido a su existencia: ya no es sólo una idea, sino el centro del mundo de un arquero.
Fuente: La página de Paulo Coelho

viernes, 12 de diciembre de 2008

jueves, 11 de diciembre de 2008

De niño a samurai

Por Néstor Varzé

Todo samurai consideraba indispensable la crianza de sus hijos para formar su alma en los principios de la clase guerrera, y la lealtad a sus ancestros y su señor, adquirir coraje, autodisciplina y repudiar el temor a la muerte, para que estos sean dignos de su nombre.
Desde los cinco años de edad se les enseñaba el manejo del arco y la flecha, posteriormente los entrenarían también en la equitación, indispensable para un futuro samurai.
También incluían escritura china y la lectura de cuentos clásicos japoneses y chinos y el manejo de armas de todo tipo.
A los 8 y 10 años se los enviaba a través de los bosques en pleno invierno como mensajeros de un lugar a otro.
A menudo eran enviados con ligeras ropas y descalzos para que aprendieran a lidiar con los duros elementos naturales para forjar así un duro carácter, fortalecer el espíritu y su cuerpo.
También se los llevaba a las ejecuciones de bandidos o asesinos que eran decapitados, y por las noches eran dirigidos en excursiones a cementerios o casas supuestamente embrujadas donde debían pasar la noche y dominar sus temores recitando Haiku (poesía) y tocando su flauta de bambú llamada Shakuhachi.
Todo esto estaba destinado a amoldar la mentalidad marcial del joven samurai a la dura vida que le esperaba en el futuro.
A los 15 años se realizaba una ceremonia llamada Gempuku a través de la cual se confirmaba su nueva condición de adultos. A partir de allí pasaban a portar también sus dos espadas, las Daisho (espadas larga y corta), y comenzaban a transitar el camino del Bushido.
También cambiaban su vestimenta y transformaban su peinado en el característico usado por el samurai.
El joven debía poseer una exquisita educación y amplio conocimiento, pero esto no siempre fue así. En los principios los samurai eran casi analfabetos, ya que como eran enviados muy temprano a las batallas, solo se le daba interés a la práctica y enseñanza de las artes de la guerra.
Posteriormente esto cambió y antes de ser iniciados en la carrera de las armas los niños eran introducidos en la caligrafía y lectura.
Desde el momento que se lo reconocía como samurai tenían la obligación de estar siempre limpios, bañarse diariamente, arreglarse el cabello, llevar la ropa adecuada para la ocasión y portar sus dos espadas y el abanico en su cinto.
Sus actos, tanto en la guerra como en la paz, estaban regidos por la etiqueta.
Debían dedicar tiempo al estudio y practica del budismo zen y el arte.
También debía lograr la posesión de una buena Katana, esta arma era el alma y vida del samurai, su orgullo, su símbolo.
El poseer una Katana construida por un maestro en este arte respetadísimo era en el Japón feudal la máxima ilusión de un Bushi.
Gentileza: Néstor Varzé
De su libro sobre los Samurai.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Doshu, Moriteru Ueshiba

Entrevista con el Nuevo Doshu, Moriteru Ueshiba por Peter Bernath & David Halprin, de Aikido Online
P: ¿Fue su infancia diferente a la de otros niños por la implicación de su familia en el Aikido?
Doshu: Para mí es muy difícil compararme con otros niños porque no tengo ninguna base para hacerlo. Creo que fue tan normal como la de los otros chicos con los que crecí.
P: Hemos oído que le gustaba mucho el béisbol cuando estaba creciendo.
Doshu: Mientras crecía, la mayor parte de las veces, lo hice en circunstancias idénticas al resto de los niños, jugando al béisbol o a otros juegos que eran muy populares por entonces. No había nada diferente que me alejase de los demás. Dicho esto, también es verdad que, como el dojo y mi casa estaban en el mismo sitio, había siempre gente de visita, comiendo con nosotros, entrando y saliendo; en ese sentido si que hubo ciertas cosas que eran diferentes a la de otros chicos. Pero tuve la oportunidad de disfrutar de todos los juegos como el catch-ball, el menko (un juego japonés) y otras muchas cosas que los chavales hacíamos entonces. P: ¿Cuándo comenzó Vd. a hacer Aikido?
Doshu: Como he dicho, ya que el dojo y mi casa estaban en el mismo sitio, yo incluso solía jugar en el dojo. Mientras crecía, si recuerdo correctamente, empece a llevar keikogi y practicar desde el primer año de la escuela elemental, cuando yo tenía 6 años de edad.
Comencé a practicar Aikido en serio cuando entré en la Universidad. Hasta entonces mi práctica era discontinua, a veces entrenaba, otras veces lo dejaba, pero fue durante mi estancia en la universidad que empecé a practicar de verdad.
P: ¿Cuándo tuvo por primera vez responsabilidades como profesor?
Doshu: Di clase por primera vez cuando tenía 23 o 24 años durante mi cuarto año de facultad. Empecé dando la clase de mujeres en el Hombu Dojo. Fue debido a que el instructor que debía dar la clase de mujeres no podía hacerlo y el director del Hombu Dojo, Kisaburo Osawa Sensei, me pidió que viniese y enseñara. Aunque al principio decliné la oferta, insistió en que enseñase y por eso acepté.
P: ¿Cuándo empezó a ser consciente de que Vd. se convertiría en el futuro Doshu?
Doshu: Mejor que decir que empecé a pensar en la sucesión del Aikido Doshu, creo que para mí lo más importante era cómo ayudar a mi padre en el Aikido. A ese respecto, había mucha gente que también esperaba de mí convertirme en sucesor y fue en ese ambiente en el que, poco a poco, empecé a darme cuenta de que yo sería el sucesor. Por lo tanto no hubo una decisión dentro de mí, era algo que estaba decidido por parte del grupo que me rodeaba. P: ¿Cómo caracterizaría Vd. el trabajo que hizo su padre, el segundo Doshu, para desarrollar el Aikido?
Doshu: El fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, mi abuelo, no estaba muy preocupado en la promoción y difusión del espíritu o las técnicas del Aikido y abrió la formación solamente a un número li-mitado de personas. Hubo un cambio trascendental en la sociedad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial, así que el Aikido también tenía que afrontar los nuevos retos. Mi padre, Kisshomaru Ueshiba, fue quien empezó a difundir el espíritu del Aikido y su práctica al público en general. Su principal contribución fue ser capaz de extender el Aikido, de manera que hoy se practica en más de 80 países lo cual ha contribuido a las relaciones y el diálogo internacional. En ese sentido, su contribución a la expansión del Aikido ha sido muy grande.
P: ¿Puede hablarnos de la influencia que tuvo en Vd. su padre, el segundo Doshu?
Doshu: Crecer viendo los hombros de mi padre desde detrás produjo un gran impacto en mi vida. Que yo haga hoy lo que estoy haciendo, enseñando Aikido, es resultado directo de ver a mi padre y crecer bajo sus directrices.
P: ¿Hubo algo en particular que su padre enfatizara cuando le instruía sobre la historia del Aikido o en el entrenamiento?
Doshu: Mi padre nunca entraba demasiado en detalles. Las cosas en las que ponía el énfasis eran la necesidad de practicar, tener una visión global en vez de tener una perspectiva demasiado pequeña. También decía que mejor que tener un "waza" pequeño, debería buscar movimientos mayores, bajar la cadera y hacer y recibir las técnicas muy cuidadosamente. Como en muchas cuestiones filosóficas e históricas, él escribió muchos libros y por ello no tuvo que hablarme de esas cosas.
P: ¿Recibía Vd. alguna preparación especial de su padre u otros?
Doshu: La base de mi entrenamiento comenzaba en la temprana clase de las 6:30 de la mañana. Esta clase se instituyó hace 70 años y se convirtió en el fundamento de mi formación aunque, por supuesto, también participaba en muchas de las otras clases impartidas por los instructores jefe del Hombu Dojo.
P: ¿Puede hablarnos de sus recuerdos de O Sensei? Doshu: Tenía 18 años cuando murió mi abuelo. Mis recuerdos inmediatos de él serían viendo juntos la televisión muchas veces. Claro que es difícil pensar en cosas específicas. Muchas cosas han permanecido en mi memoria, pero una de ellas es que le vi interactuar con muchos de los instructores-jefe cuando ellos todavía eran muy jóvenes y cómo ellos le acompañaban fuera a determinadas sesiones. Pero para mí era un abuelo normal. No pensaba, o no prestaba mucha atención al hecho de que él fuese el fundador del Aikido. Pero podía verle desde ambos lados: a través de su interacción con los instructores-jefe y mis vivencias privadas con él.
P: ¿Cuál es su visión del proceso por el cual O Sensei creó el Aikido?
Doshu: Esta es una pregunta bastante difícil. Tendríamos que preguntárselo al propio Fundador. Debemos decir que el trasfondo histórico era diferente y hoy no es lo mismo. El Aikido nació debido a eso. Es una cuestión muy difícil de contestar.
P: Obviamente, O Sensei era un hombre extraordinario y que tuvo una profunda influencia en mucha gente. ¿Cuales piensa Vd. que eran las cualidades que hacían a O Sensei tan único?
Doshu: Probablemente la más importante fue el espíritu del Aikido como fue generado o creado por O Sensei, ya que era una manera totalmente nueva de pensar. Sacando algunos elementos de las artes marciales y de la historia japonesa, él se las ingenió para crear algo totalmente nuevo, que es algo maravilloso y esa es, creo, su principal contribución.
P: Parece que O Sensei estaba influen-ciado por sus creencias religiosas, su preparación en artes marciales, y su experiencia vital. ¿Cómo cree Vd. que influyó cada una de ellas en el desarrollo que O Sensei hizo del Aikido?
Doshu: Podría responder brevemente diciendo que él se las arregló para combinar esos tres elementos en uno solo y eso es lo que lo hizo tan especial.
P: Entonces, ¿eso significa que fue capaz de combinar creencias religiosas con la práctica de las artes marciales?
Doshu: Sí. P: Puede compartir con nosotros algún recuerdo de la vieja generación de instructores en el Hombu Dojo, por ejemplo, Osawa Sensei Sr., Tada Sensei, Arikawa Sensei, y Yamaguchi Sensei?
Doshu: Me gustaría precisar que Osawa Sensei y Yamaguchi Sensei ya han muerto, pero Tada Sensei y Arikawa Sensei todavía enseñan en el Hombu Dojo, por lo tanto en ese sentido todavía son Senseis actuales y no me gustaría etiquetarlos como una vieja generación. Pero en cuanto a Osawa Sensei, empezó a hacer Aikido antes de la guerra y fue un mara-villoso apoyo estratégico para el anterior Doshu, Kisshomaru Doshu, y lo mismo puede decirse de Yamaguchi Sensei quien ingresó después de la guerra y le ayudó de muchas formas.
P: ¿Puede contarnos algún recuerdo que Vd. tenga de cuando Tamura Sensei, Yamada Sensei, Chiba Sensei, Kanai Sensei, Sugano Sensei, Kurita Sensei y Shibata Sensei eran uchideshi?
Doshu: Déjeme aclarar que, de la gente que Vd. menciona en la pregunta, Shibata Sensei es de mi misma generación, por lo que yo debería excluirle. Empezando con Tamura Sensei, la mayoría de los otros Shihan solían vivir juntos en el dojo y en mi casa, por lo que, tanto comer como otras cosas, se hacían todos juntos. Tamura Sensei estaba allí incluso antes de que yo estuviera en preescolar. Ellos jugaban con nosotros y me dejaban practicar con ellos. Comíamos juntos, jugábamos a catch-ball, pescábamos, íbamos a volar cometas y hacíamos muchas otras cosas. Vivíamos como una gran familia. Sin embargo, yo era muy pequeño y veía las cosas como un niño. Ellos probablemente tenían sus propias vidas en diferentes momentos de la tarde por lo que, si tienes preguntas sobre eso, puede que quieras preguntarles directamente a ellos qué es lo que estaban haciendo. (riendo)
P: ¿Cómo compararía a los Shihan tal y como son ahora, con sus recuerdos de ellos en los viejos tiempos? Doshu: Mi memoria de los viejos tiempos, cuando yo era muy joven, y las impresiones que tenía de ellos no han variado mucho. Ahora que voy a ultramar y me encuentro y practico con muchos de ellos, creo que las impresiones que tenía cuando era un niño no han cambiado.
P: Vd. ha estado viniendo a los semina-rios y campamentos de verano de la United States Aikido Federation durante más de veinte años. ¿Puede compartir con nosotros las impresiones de su primera visita al New York Aikikai, New England Aikikai y Florida Aikikai?
Doshu: Cuando vine en 1980 por primera vez, tenía unos 30 años. Por entonces todo era muy nuevo para mí. Lo hacía lo mejor que podía para responder adecuadamente a las diferentes situaciones que encontraba. Era tan estimulante venir al extranjero. ¡Eso no significa que yo no esté ahora trabajando tan duramente! Pero mi principal impresión era que todo el mundo era muy serio y estaba tan deseoso de aprender. Desde entonces han pasado 20 años e incluso ahora la gente es todavía extremadamente seria y sincera en su voluntad de aprender y el ámbito del aprendizaje se está ensanchando. Estoy muy complacido de ello.
P: Hemos pensado que nuestro grupo de instructores ha sido único en el sentido de que ellos han mantenido sin ninguna fisura su fuerte lealtad a la familia Ueshiba y al Hombu Dojo durante los 40 años que han estado en Occidente, y también han seguido trabajando cerca los unos de los otros. ¿Qué piensa Vd. de la naturaleza de esa relación?
Doshu: Seguramente no es muy apropiado que yo responda a esa pregunta -y puede que esta no sea una respuesta a la pregunta- pero la mayor parte de las personas que salieron de Japón hacia Estados Unidos y Europa, creo que sentían una pasión muy fuerte por el Aikido. En lo referente a las preguntas sobre como sucedió esto, seguramente sería mejor pedirles a ellos antes que a mí que las respondiesen.
P: Sentimos curiosidad a cerca de si Vd. ha observado si en diferentes países se tienen, en general, tendencias diferentes en la práctica del Aikido.
Doshu: Lo que más influye no es la nacionalidad, sino que la práctica depende mucho de quien sea el instructor que ha ido a un país en particular.
P: ¿Cuáles son los principios técnicos clave que deben observar los estudiantes en la práctica del Aikido? ¿Cuáles son los principios mentales clave? Doshu: Es muy difícil separar la técnica del espíritu o de los principios espirituales del Aikido. A través de la práctica es como debes combinarlos y unificarlos.
En la tradición Japonesa, por la práctica preparas tu cuerpo, mente y alma al mismo tiempo. También el Fundador fomentó el espíritu de protegerlo todo, todas las cosas que nos rodean. Es algo que resulta de un entrenamiento muy sutil y entusiasta de mente y cuerpo juntos. Por lo tanto tienes que combinar ambos.
En pocas palabras, para hacerlo muy simple, la práctica del Aikido ya está diseñada para hacer eso, por lo tanto no es el entrenamiento de uno solo de los aspectos, ni del físico ni del espiritual. El trabajo de Aikido ya combina los dos por si mismo.
P: ¿Cuáles son los objetivos y las espe-ranzas del futuro desarrollo del Aikido en todo el mundo?
Doshu: Lo que creó el Fundador y extendió Doshu Kisshomaru. Mi interés sería hacer llegar el Aikido a mucha más gente, de forma que puedan tener una vida social muy enriquecedora. Es algo que tengo en mente para hacer crecer el Aikido.
P: ¿Qué piensa Vd. del deseo de algunos practicantes de que el Aikido se convierta en uno de los eventos en los Juegos Olímpicos?
Doshu: Como en los Campeonatos Mundiales, el Aikido ya está siendo mostrado en determinados lugares. La Federación Internacional de Aikido ya ha participado en exhibiciones en Alemania, Holanda, Dinamarca, y algunas más en Finlandia.
No tengo nada que objetar acerca de que se participe en ellas para dar una visión general del Aikido. Sin embargo, hay que hacerlo de manera que el espíritu y principios del Aikido no sean alterados. En ese sentido, si se exhibe el Aikido no tengo objeciones.
P: Del mismo modo, hay gente que ha expresado interés en introducir la competición. ¿Qué opina Vd. de eso?
Doshu: Morihei Ueshiba, el Fundador, creó un arte marcial cuyo propósito no era determinar quien era más fuerte o más débil. Por lo tanto, si se introduce la competición buscando esto, eso no es Aikido tal y como fue creado por el Fundador y desde ese punto de vista, es inaceptable.
P: ¿Podría decirnos cuando cree Vd. que debería ser otorgado el título de Shihan?
Doshu: Actualmente, Hombu Dojo, la sede central del Aikido, está trabajando en la reglamentación internacional de concesión de la titulación de Shihan en el extranjero, por lo que podremos desentrañar más cuando llegue el momento.
P: Esta es su primera visita a los Estados Unidos como Nuevo Aikido Doshu. ¿Se siente diferente esta vez?. ¿Qué opina o que impresiones tiene?
Doshu: La sensación no ha cambiado mucho porque yo me haya convertido en Doshu y venido a los Estados Unidos, mi sentimiento es el mismo y mi trabajo es el mismo. Mi actitud hacia el entrenamiento es que, incluso dentro de una práctica estricta, tenemos que alcanzar cierto entendimiento mutuo. Este ha sido mi enfoque y no ha cambiado.
Naturalmente en el pasado, yo estaba bajo la guía del anterior Doshu, Kisshomaru, y ahora que la situación ha cambiado, toda esa responsabilidad cae sobre mí. En ese sentido, esta vez hay en mi un mayor sentido de la responsabilidad, y no estoy tan despreocupado como antes.
P: ¿Recuerda jugando al béisbol con Kanai Sensei cuando él rompió una ventana del dojo?
Doshu: ¡La ventana! Lo recuerdo. (riendo) P: Kanai Sensei nos contó que sus padres no le creyeron y pensaron que sólo estaba encubriéndole a Vd. (riendo más)
Doshu: Probablemente es así. (riendo)
P: Doshu, ¿ve Vd. diferencia entre el Aikido practicado en Japón y el que se practica en Europa?
Doshu: Puede haber matices entre la práctica en Francia y la de Japón, probablemente diferencias de carácter, de cultura, pero fundamentalmente el Aikido es el Aikido y su mensaje es el mismo en Japón o en Francia.
P: Sensei, en su discurso durante la última reunión de la Federación Internacional, Vd. ha evocado la universalidad del Aikido comparándolo a los Juegos Olímpicos. ¿Los conceptos de deporte son compatibles con el Aikido?
Doshu: Este es el aspecto admirable de la obra de Morihei Ueshiba, haber creado un arte marcial que no sea un arte de competición. El Fundador lo ha situado claramente fuera de la competición. Algunas personas tienen la tentación de introducir competición de tipo deportivo en el Aikido, pero no la puede tener en absoluto. La verdadera eficacia del Aikido no reside en este fenómeno, más que la competición entre hombres o naciones, el primer objetivo del Aikido es desarrollar corazón y espíritu, no buscamos un resultado o una eficacia inmediata y efímera. El estudio y la práctica del Aikido deben desarrollar eficazmente la razón del corazón y del espíritu volcada hacía el mundo en el que vivimos. Creo que los practicantes de más de 80 países donde el Aikido se desarrolla tienen estos principios en el espíritu antes que cualquier eficacia en el combate.
P: ¿Considera Vd. que existe en el Aikido una dimensión espiritual?
Doshu: El fundador ha impregnado el Aikido de una filosofía referida a la armonía entre todos los elementos. Toda práctica del Aikido a través de sus técnicas debe desarrollar en el ser humano una aptitud a la armonía, al amor. Esta es la vía de nuestro arte, su espiritualidad. Quien avanza en esta vía necesariamente debe llegar a esta armonía.
P: ¿Podría hablarnos de su concepción sobre el papel del Budo en una sociedad moderna?
Doshu: En la sociedad moderna, el Aikido no puede sino jugar un papel positivo desarrollando una relación de armonía entre todos. La principal idea es que los problemas de la sociedad, engendrados por numerosos factores, encuentran una respuesta en la práctica de nues-tro arte. El Aikido puede y debe contribuir a eliminar una parte de estos problemas.
P: Vd. es hoy el tercer Doshu, ¿ha cambiado su enseñanza a causa de su nueva función?
Doshu: Toda persona que practica, evoluciona, por lo que lógicamente eso se encuentra en el fondo de su práctica. Por lo que a mí concierne, esto queda como superficial. No creo haber cambiado mi enseñanza desde que soy Doshu del Aikido, pero lo que es cierto es que soy un hombre y como cada uno de nosotros, gano en experiencia con la edad, poco a poco mi comprensión de las cosas evoluciona. Quienes siguieron las clases que di en mi anterior estancia en Francia, comprenderán lo que quiero decir.
P: Kisshomaru Ueshiba, su padre, realizó una considerable tarea de racionalización del Aikido, ¿Cuál será su principal preocupación?
Doshu: Efectivamente, el segundo Doshu realizó un enorme trabajo de clarificación que contribuyó al desarrollo del Aikido en el mundo permitiendo a los practicantes saber en que punto de su búsqueda están. Por mi parte, me gustaría seguir el camino de mi padre, ya trazado por el fundador Morihei Ueshiba, permitir a todos cuantos vienen al Aikido extraer lo mejor de él.
P: ¿Cuál es la significación profunda del Aikido en su propia vida?
Doshu: No está claro que pueda responder a eso... porque he nacido dentro del Aikido, toda mi vida se desarrolla dentro del universo del Aikido, sin distanciamiento; puedo decir que el Aikido es parte de mí mismo. Cuando tenemos hambre comemos, cuando tenemos sed bebemos, por lo que a mí respecta el Aikido alimenta mi vida como lo más natural del mundo.

sábado, 6 de diciembre de 2008

jueves, 4 de diciembre de 2008

El secreto de la eficacia


Ito Ittosai, incluso después de haberse convertido en un experto y en un profesor famoso en el arte del sable, no estaba satisfecho de su nivel. A pesar de sus esfuerzos, tenía conciencia de que desde hacia algún tiempo no conseguía progresar. En efecto, los sutras cuentan que el Buda se sentó bajo una higuera para meditar con la firme resolución de no moverse hasta que no recibiera la comprensión última de la existencia del Universo. Determinado a morir en ese mismo sitio antes que renunciar, el Buda realizó su voto: despertó la Suprema Verdad.

Ito Ittosai se dirigió pues a un templo con el fin de descubrir el secreto del arte del sable. Durante 7 días y 7 noches estuvo consagrado a la meditación.

Al alba del octavo día, exhausto y desalentado por no haber conseguido saber algo más se resignó a volver a su casa, abandonando toda esperanza de penetrar el famoso secreto.

Después de salir del templo tomó una carretera rodeada de árboles. Cuando apenas había dado unos pasos, sintió de pronto una presencia amenazante detrás de él y sin reflexionar se volvió al mismo tiempo que desenvainaba el sable.
Entonces se dio cuenta que su gesto espontáneo acababa de salvarle la vida. Un bandido yacía a sus pies con un sable en la mano.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

martes, 2 de diciembre de 2008

Shi: El Maestro

Nadie, no importa su entusiasmo, empeño o cuan auto preparado esté, puede ir muy lejos en el Camino de las artes marciales sin la guía de un maestro. El maestro es imprescindible. Aun más, de todos los que consideran buscar uno, solo algunos pocos inician la búsqueda, y menos aun persistirán lo suficiente hasta que lo encuentran. Y ya es su presencia, ¿cuántos serán los suficiente listos para aprender de él?

La figura del maestro se teje en la imaginación. Se tiene la imagen de un gurú taciturno, un sabio que todo lo sabe, de un asceta excéntrico, pero todo esto pierde la marca la mayoría de las veces. Cuando no está enseñando o entrenando, el maestro tiende a ser el más locuaz y el primero en admitir que existen huecos en su conocimiento. En lugar de ser un ermitaño, se parece más a un contador, un granjero o un conductor de tren. Cualquiera que sea su personalidad, el maestro de aikido se caracteriza por ciertos rasgos inevitables. Ha cruzado el Camino, ha explorado sus principales rutas pero también muchas de sus arterias no tan conocidas y apartadas. Y tiene la habilidad y el deseo de llevar a la siguiente generación a lo largo del mismo Camino.
En las artes marciales el rol del maestro nunca debe ser subestimado. El Camino marcial no se transmite por instrucción escrita. Muchas veces los compañeros de entrenamiento son de poca ayuda porque ellos también están aprendiendo y es por esto que a menudo se les pide no estrenar sin supervisión. En las artes marciales el maestro es la única fuente de enseñanza. Sin él, el estudiante se podrá encontrar a ciegas en un camino sin salida, y podrá confundir el Camino con una ruta retorcida, y peor aun, esta falsa ruta atraerá al estudiante y este, sin la instrucción adecuada, se perderá. Solo con la guía de un maestro se tendrá la esperanza de seguir el Camino correcto.
Muchos términos en japonés denotan maestro; shihan, shisho, doshi, renshi, kyoshi, hanshi. Shi, el elemento común, se basa no en un concepto pedagógico, como uno podría suponer, viene en su lugar de un concepto topográfico. El radical para shi es aquel que denota "colina", con trazos adicionales que significan "una planta crecida." Una "colina cubierta de árboles" se convierte en una metáfora lógica para maestro si, como en muchas palabras japonesas, consideramos su herencia militar. Para observar a las tropas durante la batalla, el comandante tomaba posición en lo alto de la colina. La ventaja de la altura era indispensable para tener una visión amplia durante el desarrollo de la estrategia. Pero como esto también lo hacía un blanco atractivo, el general prudente, si era posible, escogía una colina arbolado. Escondido en el fondo de árboles, podía observar y dirigir sin llamar la atención hacia él.
El maestro mira y enseña desde una perspectiva similar. Su personalidad, completamente templada durante el proceso del Camino, está desprovista de la inseguridad que inquieta al ego. Se mostrará sin pretensiones, su humildad reflejará una personalidad de tal fortaleza que ningún artificio se percibe en él. Esta personalidad le servirá en su rol de maestro. El maestro llevará su instrucción calladamente. De algún modo estará en el fondo aun cuando se encuentre en el centro del entrenamiento. Él será el general en lo alto de la colina.
El método sutil del maestro al impartir su instrucción será entendido solo por una minoría de los que estudian con él. Aquellos pocos lo observarán, tal como el soldado talentoso mantenía un ojo en su líder para conocer el curso de la batalla. De esta forma el maestro se asegurará de que solo los perseverantes y astutos lo emularán. Estos serán los estudiantes dispuestos a confiar plenamente en el maestro y que tienen el deseo de seguir los pasos que él ya ha caminado.
Desde esta posición en la colina, el maestro tiene una vista que pocos tienen. En todo momento estará observando y su dirección será obedecida. Solo él pude guiar en esta jornada particular y solo el aikidoka astuto lo seguirá.

Fuente:aikidokai,traducción Salvador Lopez Ollinkikai Aikido

lunes, 1 de diciembre de 2008

Susano, dios de la tormenta

Cuando Amaterasu regresó al mundo, los dioses castigaron a Susano cortándole la barba y las uñas de las manos y pies y lo desterraron del mundo de los humanos. Al ver un par de palillos para comer flotando en el río, quiso saber quién era el dueño de ellos. Cuando los encontró, vio que se trataba de una pareja de ancianos desolados por haber perdido siete hijas devoradas por un dragón de ocho cabezas, que se disponía a comerse a su última hija, Kusa-nada-hime, la Princesa del Arrozal. Susano decidió rescatarla y transformó en una "peineta" que colocó en su pelo. Luego llenó ocho barriles de sake para el dragón quien al beberlos, se quedó dormido. Susano entonces, le cortó las cabezas al dragón con una espada mágica: aine no murakomo que signfica "Nubes de los cielos", que él había hallado en su cola. Luego envió la espada a Amaterasu como prenda de sumisión. Junto con el espejo y las joyas de Amaterasu, forma parte de los atributos imperiales japoneses. Después Susano retornó a la princesa del Arrozal a forma humana y la hizo su esposa.