Dojo Kannagara No Michi

Bienvenidos al sitio oficial del Dojo Kannagara No Michi perteneciente a la Asociación Nacional de Aikido Aiki-Zen. En este sitio encontrarás información acerca de nuestro Dojo y su Dojo Central, como también, algunas actividades y artículos que sean del interés de practicantes de artes marciales de todos los estilos.

viernes, 31 de octubre de 2008

Editorial del Aikido Express Nº1 por Yoshimitsu Yamada Sensei

La popularidad del Aikido ha crecido tremendamente en los últimos años y uno puede encontrar escuelas de Aikido en casi todas las partes del mundo. Introducido en los Estados Unidos hace más de treinta años, el Aikido ha gozado de un incremento seguro y firme en el número de practicantes. En cada dojo(escuela) de Aikido, uno puede observar a los estudiantes inclinándose respetuosamente ante el retrato de un caballero de avanzada edad con una barba blanca cual mechón y ojos chispeantes que expresan una generosidad afectuosa. Este caballero es el Maestro Morihei Ueshiba, el fundador del Aikido, conocido por sus estudiantes como O Sensei(Gran Profesor). Para aquellos que desean iniciar un estudio serio del Aikido, es importante conocer algo de su vida y trabajo antes que sea posible tener una clara comprensión de los principios del Aikido. Yo fui suficientemente afortunado al estudiar directamente bajo O Sensei antes de ser enviado a los Estados Unidos. Desde que la única manera que ahora tiene uno de verlo es en películas y fotografías, debemos prestar mucha atención a las bases del Aikido, que él desarrolló, para tener una clara idea de su persona. El no sólo fue un gran artista marcial, sino también un ser humano muy afectuoso e indulgente. Creo que una de nuestras metas al estudiar Aikido es emular tanto como sea posible sus admirables cualidades.
La fortaleza y profundidad de su carácter se originaron a través de los años dedicados a la búsqueda de excelencia y maestría en los diversos estudios que realizó. Quizás mucha de la determinación que rigió las acciones de la vida de O Sensei fue un resultado de las innumerables vicisitudes que tuvo que enfrentar. Sus batallas con las enfermedades y tragedias personales fueron recibidas con la misma entereza que él aplicó para dirigir el asentamiento de nuevas tierras en el norte de Japón. Pero sus logros más notables fueron aquellos obtenidos en las fronteras de las artes marciales.
Desde temprana edad estuvo dedicado a la disciplina de las artes marciales japonesas, conocidas como budo. Se convirtió en un maestro experto de varios estilos de jujitsu, artes con espada (kendo), y combate con lanzas (sojitsu). Los descubrimientos y experimentos que lo llevaron a desarrollar el Aikido estuvieron basados en un profundo conocimiento de los métodos de lucha o artes marciales. Igual a su deseo de conocimiento marcial fue la profundidad de sus exploraciones espirituales. Cuando alcanzó el nivel de excelencia como guerrero, sus creencias religiosas lo llevaron a preguntarse sobre la verdadera esencia de los métodos marciales. Escrutó dentro de sí mismo para justificar la validez de seguir un esquema de vida basado en vencer a los demás. Tales victorias, concluyó, son simplemente relativas y ultimadamente sin sentido; siempre habrá alguien más grande y más fuerte, de modo que el triunfo eventual es inevitable. Cada persona está limitada por sus capacidades físicas, pero el potencial de recursos ilimitados se encuentra en el ser interior. O Sensei entendió que la verdadera lucha en la vida es el vencer la mediocridad, la ambición y la autosuficiencia que impiden que aflore a plenitud nuestro potencial. Aquí es cuando el singular aspecto del trabajo en su vida empieza a tomar forma. El llegó a creer que las artes marciales debían utilizarse para eliminar del carácter de cada uno estas características indeseables y ultimadamente lograr el control de sí mismo, física y mentalmente.
Al desarrollar el aspecto espiritual de las artes marciales vio que el budo debería seguir las leyes de la naturaleza, estar en armonía con ellas y servir para protegerlas. El objeto de su estudio marcial sería lograr un estado mental unido en sí con el universo. De esto dependería la verdadera fortaleza. Desde esta perspectiva O’Sensei desarrolló las artes del Aikido, un reflejo físico de sus creencias espirituales.
Las metas del Aikido se encuentran ahí para que todos las cumplan. Convertirse en una persona en armonía con las otras y en un individuo integrado y equilibrado, y explorar nuestro total potencial humano deben ser los objetivos del estudiante de Aikido. Obviamente ello es algo de por vida.
Espero que todos los lectores que practiquen las técnicas que expongo lo harán con el espíritu de la filosofía de O’Sensei. Este espíritu es realmente el corazón del Aikido.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Budo- Nota sobre el simbolismo de la Espada Japonesa

En el Budismo Esotérico Japonés de la escuela Shingon, la espada constituye un arma de guerra utilizada sobre el plano místico. Sirve tanto para proteger la doctrina como al monje a lo largo de su ascesis, convirtiéndose así en un emblema del conocimiento contra el error. La espada-ken- se transforma entonces en E-ken, la espada de la sabiduría, ya que ésta puede llegar a representar un símbolo de iluminación del mundo a través del conocimiento. En ese sentido se identifica a la espada templaria que no servía únicamente para defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa, sino igualmente para transmitir el conocimiento iniciático y la luz. Los monjes japoneses reemplazan a veces la espada por el Vajra o cetro diamantino, objeto cuyo sentido es idéntico al de la espada cuando ésta es manejada por un alto iniciado; abrir e iluminar los centros espirituales (Chakkras) del aspirante y transmitirle del interior el poder del despertar. He aquí por qué Fudo (Divinidad esotérica) tiene como atributo la espada, que puede cambiar en Vajra. Este es ante todo el símbolo de lo Absoluto, y el emblema de la pureza inalterable del diamante ( kongo), y esto precisamente porque el absoluto es como el diamante, impenetrable e indestructible. Fudo Myo-O (el inmutable) es una estatua que sirve de soporte a la meditación, permitiendo la destrucción de los deseos y pasiones. Posee como atributos una espada en la mano derecha, emblema del conocimiento, ya que la espada corta los nudos de los más indisolubles problemas, tanto como las raíces de la duda, de la inercia o de la ignorancia. En su mano izquierda lleva una cuerda (kesaku) inmóvil como el vacío, representando la perfecta concentración, cuyo poder una vez adquirido, permitirá combatir las hordas de demonios (ilusiones), y una vez atados, llevarlos al Buda Universal (Vairocana, en japonés Dai-Nichi-Nioray), para recibir la Ley (Dharma).

viernes, 24 de octubre de 2008

Omote/Ura: Por fuera/Por dentro

A los no practicantes se les perdona su escepticismo cuando se les dice que los bugeisha modernos no están interesados en lo que popularmente se conoce como “defensa personal”. Después de ver una exhibición de un bugei, particularmente aquellas que muestran golpes violentos o proyecciones sorprendentes, el escéptico se vuelve más cínico. El bugei, aun aquellos que parecen relativamente pasivos, como los ejercicios en solo de desenfundar la espada o la arquería, son por naturaleza militar. Aquel que niega su aparentemente obvia belicosidad se parece al alcohólico, que en medio de su cava, promueve la abstinencia.

El bugei no es el único dentro de las artes japonesas con esta ostensible naturaleza contradictoria. ¿Cuan es el objetivo final del ikebana? Porque ciertamente no es crear un arreglo hermoso de flores, ¿Es la ceremonia del te un medio de calmar la sed? No realmente.

La contradicción entre lo obvio, lo observable y lo real está relacionado con el concepto de omote y ura. Convenientemente este término tiene dos significados. En una conversación normal en japonés, omote y ura son “frente” y “espalda”, “fuera de” y “dentro de”, “anverso” y “reverso”. Los kanji por sí mismos se refieren a un Japón casi prehistórico donde los cazadores tribales vestían pieles de animales y necesitaban palabras para distinguir entre aquellos que vestían con el pelo de la piel por dentro y aquellos que vestían con la piel por fuera. Omote y Ura aparecen en lugares donde lo esperaríamos – para describir la parte frontal y trasera de una moneda, por ejemplo – pero también en lugares donde los lenguajes occidentales no tienen un equivalente directo. No pensaríamos que un objeto como una espada tuviera un lado anverso y otro reverso, por ejemplo, pero en japonés, se tiene. El omote describe el lado del arma que da hacia fuera cuando se porta por dentro del cinturón, el ura es el lado que da hacia el cuerpo del guerrero.

La dualidad del Taoismo Chino dejó su marca indeleble en la cultura japonesa, ésta es una posible explicación de la presencia de omote y ura en la mayoría de las artes japonesas. El omote de una arte es lo que está en la superficie, lo que podemos ver por medio de una observación casual e indiferente. Pregunta a un extranjero que está sucediendo en un torneo de sumo y te dirá que una pareja de mastodontes está intentando derribar o forzar uno al otro a salir fuera del ring. Pregunta a un aficionado de sumo y un mundo nuevo se abrirá a tus ojos. El techo similar a un templo arriba del ring está adornado con borlas brocadas de cuatro colores, representando al dios tigre blanco del oeste, al dragón verde del este, y respectivamente al dios gorrión rojo y al dios tortuga negra del sur y del norte. Bajo de la superficialidad de un deporte o competencia atlética, el arte del sumo tiene un ura, una dimensión de profunda espiritualidad y venerable simbolismo.

Ikebana puede inicialmente atraer al Camino de las flores a aquellos deseosos de crear atractivos arreglos florales. Sin embargo, después de entrar en el Camino, y si se cuenta con un buen maestro, el practicante verá que los hermosos aromas son el omote del ikebana. El ura el arte se encuentra al armonizarse uno mismo con la naturaleza, liberándose del ego a través del proceso rígido y demandante del arreglo floral geométrico en una forma frágil y atemporal.

Así mismo, el bugeisha que es atrapado en las artes militares con la promesa de fortaleza y la violencia directa es (si su maestro tiene el calibre necesario para llevar al estudiante al nivel de ura) llevado bajo esta superficie. Detrás de la forma observable del bugeisha, existe una forma de vida, una jornada hacia el honor, respeto por uno mismo y por los demás, y una ruta que ejemplifica lo que es moral, bueno y hermoso. Esto no es obvio pero ciertamente se encuentra allí.

Sin la menor duda, el mayor peligro que enfrenta el bugei en el oeste (un peligro compartido por otras artes japonesas por la misma razón) es la celebración de su omote y la ignorancia concomitante de su ura. Lo observable de una cultura se atrapa fácilmente, pero su espíritu fundamental es más difícil de exportar. Lo vistoso de romper maderas y las deslumbrantes muestras de habilidad que envían atacantes volando por los aires, son ejemplos del omote del bugei que han capturado la imaginación de occidente. Pero solo por medio de la persistencia y la guía de maestros talentosos el alma de los exponentes occidentales será capturada en forma similar.


Traducción Salvador Lopez Ollinkikai Aikido

jueves, 23 de octubre de 2008

miércoles, 22 de octubre de 2008

Los beneficios del Aikido en la salud.

La mayoría de las artes marciales tienen su origen en una especie de programa de entrenamiento físico convertido en defensa personal y más tarde transformado en budo.
Un programa de mantenimiento físico puede considerarse como un tipo de medicina preventiva. En efecto, si movemos adecuadamente nuestro cuerpo, es decir, de acuerdo con la Naturaleza del Universo, tendremos un organismo equilibrado y sano. Así, una de las características más notables de los grandes y famosos guerreros es la longevidad, que está sin duda relacionada con la actividad de mantenimiento físico implícita a su entrenamiento en el budo.Si analizamos los programas de mantenimiento físico, rápidamente captaremos el valor del Aikido en este sentido. Efectivamente, los movimientos de Aikido están en concordancia con las leyes de la Naturaleza del Universo como son la permanente flexibilidad y el mantenimiento de un centro estable. La meta, pues. de los Aikidos es ser como con el Universo y mantener el absoluto control de uno mismo. Cuando disponemos de ese total autocontrol, podemos permanecer siempre activos y mejorar nuestra salud mediante el ejercicio global del cuerpo.

El Doctor Katsuzo Nishi, famoso por sus teóricas sobre mejoramiento de la salud, dice:

Cuando vemos a los practicantes de Aikido observamos que su postura es como un tetraedro regular. Les vemos iniciar la típica rotación esférica y cambiar de posturas. extendiéndose y recogiéndose sin perder su centrado equilibrio. Sus figuras son formas absolutamente controladas. "Controlar el cuerpo es muy saludable".

Este es el tipo de cuerpos que se observan cuando expertos Aikidoka entran en acción. El movimiento flexible y continuo basado en las caderas es como una danza circular, bella y elegante, y la coordinación de los dedos, las muñecas, los pies y las caderas a través de la respiración están en consonancia con los ideales de la salud.
Los movimientos de cada parte del cuerpo se unifican en un todo sistemáticamente controlado. En primer lugar, el poder respiratorio, que es el primer poder básico aplicable del Aikido, se extiende desde el centro para relajar la fuerza causante del endurecimiento de diversas partes del cuerpo; este poder es la fuente de toda postura flexible v sólida, lo mismo para jóvenes que para ancianos.
En segundo lugar, en algunos casos se ha verificado que cuando el movimiento circular basado en las caderas se ejecuta correctamente, sirve para corregir anomalías óseas, especialmente de la columna vertebral. Se conocen ejemplos de personas con los hombros caídos o la columna vertebral torcida como secuela de enfermedades anteriores, cuyo estado quedó completamente corregido tras un año de adecuada práctica de Aikido.

En tercer lugar, los delicados movimientos del Aikido mejoran el riego sanguíneo en todas las articulaciones del cuerpo y estimulan adecuadamente algunos músculos internos que no se usan habitualmente. Por ejemplo, andando de rodillas los dedos de los pies se mueven y se doblan obligatoriamente. Como la mayoría de la gente actual usa zapatos, este ejercicio de utilización de músculos poco utilizados es beneficioso para la salud.
En las técnicas básicas de control, el Primero, Segundo y Tercer Principios estimulan también los músculos internos, de manera que los practicantes avezados de Aikido tienen todos sus músculos, internos y externos, bien desarrollados y tan elásticos como una pelota de goma. El Fundador decía que los ejercicios de articulaciones en las técnicas de control tienen como finalidad quitar el «polvo» acumulado en ellas.
En Aikido, las técnicas específicas aplicadas a partes individuales del cuerpo se relacionan necesariamente con la totalidad. No hay técnicas en las que se emplee radicalmente la fuerza, sino que en todas ellas el espíritu llena todo el cuerpo. de la cabeza a los pies. y en esto radica el secreto del Aikido como benefactor de la salud corporal.
Ejercitar el cuerpo de esta manera, con moderación, producirá sin duda mayor salud, pero hay que olvidar que el Aikido es budo y no un programa de mantenimiento físico, y que el beneficio que reporta a la salud se consigue sólo si se practica como tal budo.
Fuente:www.aikidosevilla.com

martes, 21 de octubre de 2008

Nen. Concentración

Aspectos Importantes de la Práctica
En cierta ocasión, alguien que estaba practicando el tiro con arco (kyudo), estaba apuntando al blanco con dos flechas. El maestro le dijo “Los principiantes no deben sostener dos flechas, por que, contar con la segunda, significa descuidar la primera. Decide, que cada vez acabaras el asunto, con una sola flecha, sin preocuparte, si lo lograras o no”.
Esta advertencia debería aplicarse a todo el mundo. Cuando las personas practican un arte, siempre piensan que habrá de nuevo, otra oportunidad; de esta manera no están atentos al descuido en sus mentes en ese momento. Es muy difícil funcionar en la inmediatez del momento presente
TSUREZUREGUSA
La importancia de la concentración no solo es patrimonio del BUDO. Podemos encontrarla en otras Artes: ikebana (arreglo floral), Kabuki (Teatro japonés), etc... en nuestras acciones cotidianas, como el trabajo, el aseo, paseando ,siempre, debe de existir una cierta concentración. Por lo tanto es un punto a tener muy en cuenta. Si desglosamos un poco la palabra, nos encontramos: CON-CENTRACION, o lo que es lo mismo, estar centrado o interiorizado, concentrado.
Cuando entrenamos y no estamos concentrados en lo que hacemos, ocurren los fallos comunes; se nos cae el arma, no nos sale la técnica, perdemos el equilibrio etc... lo cual hace mas fácil el hecho de lesionarse. Es necesario estar atento a lo que hacemos, en ese momento no hay nada más importante.
Estar concentrado durante la práctica ayuda a nuestra progresión mucho más de lo que a simple vista podemos creer. Respiramos con más normalidad, nuestro equilibrio aumenta, y por ende nuestra técnica gana. Si todo esto ocurre, hay control y calma, lo cual optimiza nuestro estado para la práctica.
“El Boxeo requiere movimiento, pero primeramente lo interno requiere calma, para derrotar al enemigo se requiere fuerza, pero primeramente lo interno requiere suavidad, la lucha exige velocidad, pero primeramente lo interno requiere lentitud” (Pa-Kua. Robert Smith)
Calma - suavidad - lentitud, todos estos estados necesitan de una buena concentración, la cual nos ayuda a cultivar lo interno y a tener una conciencia más receptiva. A pensar en positivo.
Es frecuente rechazar este tipo de prácticas, pero si nos acostumbramos a trabajar con una cierta suavidad - calma y lentitud, podremos acelerar y endurecer nuestras técnicas con relativa facilidad y sin esfuerzo. Por el contrario, si nos acostumbramos a un trabajo rígido, duro y veloz; tendremos serios problemas para suavizar y ralentizar nuestras técnicas, impidiendo una progresión correcta y depurada de nuestra técnica personal, dando lugar a unos resultados poco deseados.
“Se dice que las Artes Marciales requieren fuerza y velocidad. Pero si un hombre vence a otros muchos ¿Como puede tratarse de fuerza? Y si un anciano vence a un joven ¿como puede tratarse de velocidad? Proverbio Chino.
“Sin el Ki no existe la fuerza. Un boxeador inexperto lanza su puño ferozmente, pero su golpe en realidad no tiene fuerza. Un boxeador verdadero no suele ser tan flamante, pero su golpe es tan duro como una montaña”
Monje Chueh-Yuan-(Robert Smith Secrets of Shaolin Temple Boxing)
La concentración nos ayuda a estar más calmados, mas relajados, en resumen a obtener un estado más natural.
A través de un estado mas relajado podemos trabajar sin violencias ni tensiones, dejando que las energías fluyan por si solas, sin intención, obteniendo los beneficios que nos da la practica. Siendo este un factor esencial para gozar de una buena salud y mantener los órganos internos en buenas condiciones (gracias al calor que genera la práctica) y hacer que aumente la resistencia del cuerpo ante las enfermedades.
También es la base de una buena salud mental y emocional, además de esa agradable dosis de buen humor.
Está demostrado que una persona relajada es superior en combate a otra que no controla su estado emocional. Para ello cabe insistir en la con-centración, que nos permite ser dueños de nosotros mismos y no caer una falta de control ni en falsos ataques..
Vemos como todo unido nos lleva sin remedio a hablar de la energía interna (Ki) pero también nos lleva a tratar el auto-control. Una importante habilidad si entramos en la auto-defensa cotidiana. El arte de no provocar la agresión.
Podemos con un estado mental apropiado, provocar un estado de no agresión en el contrario (el Ki se contagia) Musashi.
Acabare con una historia que recogí de un libro, no sin antes alentar a nuestros lectores que lean libros y se documenten en lo posible, no solo sobre su arte sino sobre EL ARTE en general para su beneficio propio.
Un Maestro deseaba poner a prueba a sus tres alumnos. Los condujo a un desfiladero en el que habitaba un fiero caballo salvaje, y les dijo que lo cruzaran de uno en uno, y que el los esperaría al otro extremo.
El primer alumno se adentró en el desfiladero y cuando el caballo salvaje se lanzó sobre él, supo como esquivar y bloquear los rápidos golpes de sus pezuñas; de esta forma llegó hasta el lugar en que el Maestro aguardaba. Lleno de orgullo, se puso a observar a su compañero, preguntándose si sería capaz de librar una pelea tan buena como la suya.
El siguiente alumno, sin embargo, observó al caballo desde la lejanía. Escaló ágilmente la ladera del desfiladero y se mantuvo durante todo el trayecto lejos y muy por encima de la cabeza del caballo. Aunque el caballo se ponía sobre las patas traseras y golpeaba furiosamente las rocas con las pezuñas, no lograba darle alcance. De esta forma, el segundo alumno se unió al grupo del Maestro. Y su abochornado amigo. Ambos se pusieron a mirar la actuación del siguiente discípulo. ¿Qué táctica utilizaría? ¿Libraría una feroz batalla con el caballo o sería capaz de burlar astutamente su ira?
El tercer alumno apareció por la boca del desfiladero tranquilo y ajeno a todo, caminó a lo largo de él y el caballo salvaje, tras saludarlo relinchando, se olvidó de su presencia.
L.N. Macua. Aikido Satori

miércoles, 15 de octubre de 2008

Nuestra mente

Nuestra mente tiene la tendencia a fijarse y no fluir. Arrastramos durante días, semanas y hasta años situaciones, emociones y pensamientos negativos. Los practicantes orientales nos aconsejan que debemos ser como un espejo que no retiene la imagen, que debemos fluir sin apegarnos a situaciones, emociones o pensamientos dañinos igual que una pelota de ping pong en un arroyuelo de montaña que sigue la corriente o una nube llevada por el viento.
A la mente le gusta el placer y nunca esta satisfecha con nada; siempre quiere más. Por eso en Oriente se aconseja dominar los sentidos e ir más allá de la mente a nuestro verdadero ser. Allí la mente conseguirá el mayor placer que jamás puede tener - la paz, y la felicidad que de ella brota y así quedará "enganchada" a un placer único y benévolo.
Una mente adiestrada es la mejor arma que tenemos para encontrar la salud, la paz, la felicidad y el bienestar.
Un tema recurrente en el arte oriental y que proviene de sus escrituras es el del monje que observa la luna llena frente a un lago... Cuando el lago está tranquilo puede observar el perfecto reflejo en las aguas, sin embargo si una pequeña piedra cae en el lago, la imagen se distorsiona y si existe un vendaval, no se puede distinguir nada. El lago representa la mente y la luna llena Nuestra Esencia. Cuando el lago de nuestra mente está tranquilo podemos tomar conciencia de nuestra verdadera esencia, pero si estamos alterados o agitados, la vorágine de pensamientos y emociones nos impiden percibir lo que realmente somos.
La concentración nos permite liberarnos de nuestras propias ataduras, ir más allá de la mente, de sus deseos y apegos, rescatarnos de nosotros mismos y hacernos libres, auténticamente libres para que actuemos según nuestros mejores criterio y llegar a establecer una relación directa con nuestro propio y profundo ser en armonía con todo lo que existe.

martes, 14 de octubre de 2008

El mundo lo mueve la espontaneidad...

Habia en Japón dos templos cuyos sacerdotes habían estado enemistados durante siglos. Tal era el enfrentamiento que si los dos sacerdotes se encontraban por la calle desviaban la mirada.

Los dos sacerdotes tenían a su cargo dos chicos que les servían y hacían los recados. Y temían que al ser unos niños pudieran hacerse amigos al encontrarse por la calle. De modo que uno de los sacerdotes le dijo a su discípulo:
Recuerda, el otro templo es nuestro enemigo. No hables nunca con el chico del otro templo. Son gente peligrosa. Nunca te fíes de ellos. Evítalos como se evitan las enfermedades. ¡Evítalos como si fuera la peste!.
Estas palabras despertaron el interés del chico...acostumbrado a grandes sermones...a escuchar extrañas escrituras cuyo lenguaje no era capaz de entender. No había nadie con quién jugar, ni siquiera con quién hablar. Al oír esta advertencia surgió la tentación. Aquel día se cruzó con el chico del otro templo y no pudo evitar hablarle y preguntar:
¿A dónde vas?
El otro chico asimilaba mejor las enseñanzas y a base de escuchar alta filosofía se había vuelto un poco filósofo. Así que respondió:
¿Ir? Nadie va y nadie viene. Es algo que ocurre. Voy donde el viento me lleve .

Había oído a su maestro decir muchas veces que así es como vive un Buda, como una hoja muerta que va donde el viento la lleve. Y así continuó:
Yo no existo. Si no hay quien vaya, ¿cómo voy a ir? ¿de qué tonterías hablas? Soy una hoja muerta. Allá donde le viento me lleve...
El otro chico se quedó estupefacto. No pudo ni responder. Se sintió realmente avergonzado y pensó: “ Mi maestro tiene razón al no hablar con esta gente. Sí que son gente peligrosa y rara. ¿qué manera de responder es esa? Le he hecho una pregunta simple, de hecho yo sabía adónde iba, los dos vamos al mercado. Una respuesta simple habría bastado.” Al regresar le dijo a su maestro:
- Lo siento, perdóname. No te hice caso. Me lo habías prohibido. De hecho me sentí tentado a partir de tu prohibición. Es la primera y última vez que hablo con esa gente tan peligrosa. Le hice una pregunta muy simple, “¿ a dónde vas?” y él empezó a decir cosas raras: “No hay ir, no hay venir. ¿quién viene? ¿quién va? Soy un vacío total...una hoja muerta al viento...donde el viento me lleve...” ¡Te lo advertí! Mañana tienes que hablar con él. Espérale en el mismo sitio y pregúntale otra vez: ¿A dónde vas?, y cuando empiece a decir esas cosas, tú dile simplemente: “Es verdad, eres una hoja muerta, y yo también. Pero cuando el viento sopla...¿dónde vas? ¿adónde puedes ir entonces?”...dile eso y le avergonzarás. No sabrá que decir. Quedará derrotado. Tiene que hacerlo. Esa gente nunca ha podido derrotarnos en ningún debate. Mañana haz lo que te digo. El chico se levantó temprano. Estaba inquieto. No paraba de recrear en su mente cómo se desarrollaría la escena. Repetía una y otra vez su respuesta. “Es verdad, eres una hoja muerta...es verdad, eres una hoja muerta....” Llegó al lugar en el que esperaría al otro chico, se sentó a esperar y siguió repitiendo: “¿Adónde puedes ir entonces?...¿Adónde puedes ir entonces?”. Esta vez estaba preparado. Cuando vio venir al muchacho pensó: “ahora va a ver”.
- ¿A dónde vas?- le preguntó y esperó su oportunidad...
Y el otro chico respondió: - A donde me lleven las piernas.
Ni una palabra sobre el viento. Ni una palabra sobre la nada. Ni sobre si existía o no...¿qué podía hacer ahora?. La respuesta que tan eficientemente había aprendido ahora resultaba absurda. Claramente no venía a cuento hablar del viento, ni de las hojas muertas. De nuevo quedó abatido. Se sentía verdaderamente avergonzado por su estupidez mientras pensaba: “Desde luego este chico es bien raro...se sabe unas cosas muy extrañas...ahora va y me dice que dónde le lleven las piernas.” Volvió con su maestro y el maestro le dijo: -¡Te había dicho que no hablaras con esa gente! Son peligrosos, lo sabemos desde hace siglos. Pero ahora hay que hacer algo. Mañana vuelve a preguntarle a dónde va, y cuando te diga: “A dónde me lleven mis piernas”, tú dile: “Y si no tuvieras piernas?. De un modo u otro hay que callarle la boca.
Y así, al día siguiente, el chico le preguntó al otro:
-¿A dónde vas? – y aguardó la respuesta.
Y el otro chico dijo: Voy al mercado, a comprar verduras. Moraleja: normalmente, la humanidad funciona basándose en el pasado...y la vida sigue cambiando. La vida no tiene ninguna obligación de ajustarse a nuestras conclusiones. Por eso la vida es tan desconcertante, sobre todo para las personas que tienen preparadas todas la respuestas. Pero la vida nunca plantea las mismas preguntas. Así que debemos intentar no actuar por medio del pasado.

domingo, 12 de octubre de 2008

Todo el mundo tiene un genio adentro al que probablemente ni conoce ni reconoce, dice Michael Gelb

Este hombre, nombrado 'Cerebro del año' en 1999 y quien considera que cada uno tiene un potencial por explotar, será conferencista en Expogestión 2008.
Asegura que muchos pasan la vida sin saber todo lo que son capaces de lograr.
"Genio es alguien que cambia al mundo entero, que hace algo positivo que transforma la vida, y los hay en todos los niveles: Leonardo da Vinci revolucionó el arte en todas las formas, Edison cambió el mundo con el fonógrafo y los genios de hoy pueden mejorar las realidades de sus compañías", afirma Gelb.
Cuando se le pregunta qué se siente haber sido nombrado 'Cerebro del año' en 1999 por el Brain Trust Charity, responde que es una experiencia maravillosa hacer que la gente tome conciencia de lo que puede hacer con su cerebro y su potencial.
El experto en pensamiento empresarial y creativo dice que la palabra genio viene del griego geniere, que significa darle fuerza a algo.
A lo que añade que aunque cada quien tiene su potencial, los padres, el sistema educativo y las compañías son las que ayudan a desarrollarlo.
Él asegura que lo hace a través de sus libros, entre los que se cuentan Cómo pensar como Leonardo da Vinci y Piense como un genio, y sus conferencias.
Por eso, este psicólogo y filósofo se dio a la tarea de entender el proceso creativo de varios personajes que marcaron la historia de la humanidad.
"Tenían que haber revolucionado la forma de ver el mundo y contar con influencia universal. Colón, por ejemplo, enseña la persistencia absoluta, Elizabeth I es aliada en la consulta de empresas por su equilibrio en el uso de poder y Einstein, modelo para solucionar problemas.
"Leonardo es una persona de todos los tiempos que representa el potencial humano", sostiene. Para Gelb, en este último caso, hay siete pasos que permiten definir la genialidad de da Vinci y esos son los que una persona que se cree común y corriente debería poner en práctica para desarrollar su potencial.
Por ejemplo, tener pensamiento independiente, tener aguzada la percepción sensorial , estar abierto al cambio, tener un balance entre arte y ciencia en los dos hemisferios del cerebro, y entre cuerpo y mente para mejorar la energía; contar con una visión holítistica, y ver todo como un sistema con diferentes conexiones.
Balance cuerpo-mente
Pero en uno de los puntos en los que Gelb hace énfasis es en la importancia del equilibrio cuerpo-mente, tal y como se concibe en las culturas orientales, con la práctica de chi kung, meditación, yoga, artes marciales, tai-chi.
Y no es gratuita la recomendación, pues el psicólogo es cinturón negro en Aikido y, precisamente, dice que ese conocimiento le ha llevado a desarrollar el pensamiento estratégico.
"La gente de negocios debe saber mantener ese balance, de lo contrario, lo único que logra es estresarse", recomienda.
"Hay que explotar al máximo el potencial y ser un poco genial para vivir una vida feliz y balanceada en el mundo de hoy".
Ni tanto ni tan poco
Pero, según dice Gelb en el libro sobre da Vinci, desafortunadamente las personas tienden a polarizarse según sus estilos hemisféricos.
"Los que tienen predominio del izquierdo trabajan en el departamento de finanzas de una compañía y se reúnen al lado del café, mirando por encima del hombro a los que trabajan con el derecho, porque piensan que ellos son soñadores y viven con la cabeza en las nubes.
En cambio, estos últimos, se reúnen al lado del agua fría y piensan en las estrechas mentes de los 'contadores'.
Lo cierto es que para el caso, a su juicio, los mejores administradores son los que logran balancear el análisis, la intuición, la seriedad, el juego, la planeación y la improvisación.
Siete principios de Da Vinci, según Gelb
Estos son de acuerdo con el libro Cómo pensar como Leonardo da Vinci:
Curiositá. La actitud de acercarse a la vida con una curiosidad insaciable, la búsqueda continua del aprendizaje.
Dimostrazione. El compromiso de poner a prueba el conocimiento, a través de la experiencia, la persistencia y la disposición a aprender de los errores.
Sensazione. El continuo refinamiento de los sentidos, especialmente de la vista, como medio para animar la experiencia.
Sfumato. ( esfumarse). La voluntad de aceptar la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre.
Arte/Scienza. El desarrollo del equilibrio entre la ciencia y el arte, la lógica y la imaginación. Pensar con todo el cerebro.
Corporalita. El cultivo de la gracia, la ambidestreza, la condición física y el porte.
Connessione. El reconocimiento de la interconexión de todas las cosas.
El ideal: genialidad e innovación
La genialidad está ligada a la innovación, según Michael Gelb, quien define esta última como la creación de un nuevo valor para el consumidor en el mercado.
"Ejemplos hay varios y marcas muchas: con el iPhone, se le dio valor a una tecnología existente; las subastas por eBay tienen un valor agregado y los computadores Dell, pueden ser como otros, pero son más accesibles y los mandan a la casa".
Para lograr resultados, el experto enfatiza en que hay que hacer desde un compromiso con la empresa hasta poner en práctica pequeños pasos que permitan continuar con el proceso.
Precisamente cita su libro 'Innovando como Edison', en que esboza cinco competencias claves que hay que tener.
Por ejemplo, estado mental para solucionar problemas, pensamiento caleidoscópico, pensamiento creativo y compromiso de todo el espectro (balance entre foco-relajación, estar serio y sonreír).También es necesario el mastermind o colaboración de todo el equipo de trabajo para lograr resultados extraordinarios y supercreación de valor, para poder enfrentar a la competencia.
Inteligencia
El ambiente también tiene que ver con el desarrollo de la genialidad y de la creatividad. Para Gelb, es claro que no son tan buenos los resultados de un empleado que trabaja en espacios aislados, mirando solo la pantalla del computador.
Lo peor es que la mayoría de la gente ha crecido con la idea del tradicional cociente intelectual, que hoy parece estar revaluado desde muchos aspectos.
Fuente:Portafolio.com

viernes, 10 de octubre de 2008

Seminario Aiki -Zen

Este sabado 11 de Octubre de 16:00 a 19:00 Hrs, se realizara un nuevo seminario de aikido en el Dojo Central ubicado en calle Arcadia #1359, metro el Llano.

VALOR DEL SEMINARIO: $4.000.-
Consultas al fono 823 28 91, también a contacto@aikido.cl

jueves, 9 de octubre de 2008

Aspectos importantes de la practica

1. Espalda recta, cuerpo relajado y la mente en calma.
2. Expansión y contracción, duro y suave (fuerte y vacío).
3. Ser enérgico y concentrar el Ki en el Hara.
4. Coordinar los movimientos y mezclar lo interno y lo externo.
5. Calma y acción.
6. Ser firme y correcto, ser constante

1. Espalda recta, cuerpo relajado y la mente en calma
La columna vertebral soporta el peso del cuerpo, por lo que debe mantenerse recta con naturalidad. La cabeza debe mantenerse erguida, el cuello relajado y la barbilla ligeramente metida hacia adentro, como si tuviésemos la cabeza levantada con una cuerda. No se debe curvar ni ladear la espalda para evitar tensiones musculares sobre el tronco que nos impedirían respirar con normalidad y mover los brazos libremente.. Procurándonos una visión más clara de cuanto nos rodea. ¡Espalda recta, piernas flexionadas, mirada al frente! Sin importar el tipo de movimiento que efectuemos.
El cuerpo debe de estar relajado para que las posturas sean naturales y todas las partes del cuerpo puedan moverse libremente. El Aikido nos enseña a relajar las diferentes partes de nuestro cuerpo. Un cuerpo relajado facilita la concentración en la respiración y en el movimiento, posibilitando unos movimientos fluidos y continuados. Evitar la falta de energía y flacidez
Hay que estar tranquilo durante la practica, eliminar los pensamientos que distraigan nuestra atención y concentrarse en los detalles de la técnica. Una mente en calma nos ayuda a interiorizar nuestras acciones.
"El cuerpo va donde llega el espíritu".

2. Expansión y contracción, duro y suave (fuerte y vacío)
La expansión y la contracción son las manifestaciones externas de la acción del espíritu interno ( en este caso concreto, del Hara. Todos los movimientos que parten del Centro hacia el exterior, como la extensión o la elevación pertenecen a la expansión y todos los movimientos que van hacia el Centro, tales como la flexión o la caída pertenecen a la contracción.
Todos los movimientos finalizados ( técnicas) son fuertes, pero mientras se están ejecutando son vacíos.-Ej. cuando ejecutamos una técnica en ura ( Ikkio Ura), mientras estamos pivotando estamos vacíos pero al finalizar la ejecución estamos fuertes.- Cuando nos concentramos en la mano derecha, esta es fuerte y la izquierda vacía.-
Expansión y contracción, duro y suave se manifiestan en todas las técnicas, mezclándose y cambiando entre si armoniosamente, sin embargo cuando se trata de una proyección (nage) dureza y suavidad deben ejecutarse con gran velocidad.
Esta mezcla, debe volver a mezclarse una vez mas con otro agente no menos importante que es la respiración. Por lo general un movimiento de expansión va acompañado de una inspiración y un movimiento de contracción va unido a una expiración. ¡Armonizar movimiento y respiración!

3. Ser enérgico y concentrar el Ki en el Hara
Los movimientos deben ser enérgicos y estables, debemos trabajar con energía y hacer funcionar la vitalidad (Ki) a través de nuestro cuerpo para ejecutar las técnicas con elegancia y armonía de movimientos. Los gestos deben ser relajados pero llenos de vigor, como si la fuerza interior estuviese a punto de explotar en cualquier momento. Para que esto ocurra debemos concentrar el Ki en el Hara o lo que es lo mismo, debemos estar concentrados en hundir la vitalidad en el Hara para obtener una sensación de plenitud en esta parte del cuerpo. Hay que integrar el movimiento del uke y el nuestro en el centro (Hara) y desde aquí expulsarlo con convicción, para obtener un resultado optimo y satisfactorio para ambos.
Solo de esta manera obtendremos una postura fuerte y equilibrada, evitando el desequilibrio..

4. Coordinar los movimientos y mezclar lo interno y lo externo
Un solo movimiento mueve todo el cuerpo. El Aikido al ser un Arte interno y un entrenamiento físico dinámico pensado para el hombre ( sin imitaciones de animales como en otros estilos Budo) exige que todas las partes del cuerpo estén en perfecta armonía, unificando los movimientos de espalda, cadera, brazos y piernas. Cuando una técnica a finalizado, debemos estar perfectamente posicionados, manos y pies, espalda, cadera y ojos deben acabar de forma precisa, en el mismo momento Hay que centrarse en coordinar los movimientos.
.Pero, no basta con coordinar los movimientos solo en apariencia, se debe prestar especial atención al aspecto interno y dirigir los movimientos corporales durante la ejecución de una técnica para mezclar lo interno y lo externo en uno solo. El principiante debe preocuparse de imitar la técnica, pero una vez adquirido un cierto dominio de esta, hay que dirigir la atención hacia el interior y buscar el flujo de energía vital para conducir cualquier movimiento desde el interior hacia el exterior, facilitando la acción.
"Sin movimiento interior no hay acción exterior”. Mezclando lo interno y lo externo podremos alcanzar una coordinación perfecta y entenderemos mejor la unidad existente en la mayoría de técnicas de Aikido.

5. Calma y acción
Nuestro espíritu necesita calma para vencer correctamente. No podemos dejarnos arrastrar por iras ni miedos infundados que solo son fruto de nuestra imaginación y que nos impedirán ver y valorar la realidad en su justa medida. Hemos de aprender a entrenar sin intención, con calma y tranquilidad, sin prisas..
Entrenar con lentitud puede ayudarnos a tener una buena base, entender y corregir los movimientos con precisión, mejorar nuestro equilibrio y potenciar nuestra fuerza interior. Pero debemos mantenernos enérgicos y concentrándonos en todo momento desde el principio hasta el final.
Si conseguimos aplicar una técnica con eficacia a una velocidad lenta, en el momento que deseemos podremos acelerarla obteniendo unos resultados realmente devastadores y del todo satisfactorios. De esta manera, damos un mayor sentido a la practica y nuestro nivel técnico mejorara con total seguridad.
Calma y acción van unidos a lento y rápido, interno y externo.

6. Ser firme y correcto, ser constante
La función del entrenamiento en Aikido es sobre todo la de mejorar nuestra salud ( física y mental) y la de fomentar grandes valores en sus practicantes, tales como el respeto y el amor al prójimo.
El Aikidoka debe cultivarse para ser una persona firme y correcta en todos los aspectos de la vida. En el respeto al maestro y en el respeto por sus compañeros. Así mismo debe entrenarse duramente y ser constante en la practica del Aikido para mejorar su salud. Lo más importante es la constancia, si no se persevera, no se llegara a dominar el Arte. Únicamente con una practica y continuada se podrá entender la sutileza y la profundidad de este maravilloso Budo y llegar a obtener auténticos beneficios para nosotros, tanto físicos como mentales y morales.

"Habiendo practicado diez mil veces, lo maravilloso se manifestara por sí mismo". Prov. Chino
L.N. Macua. Aikido Satori.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Aikido: El arte marcial más misterioso del budo

Por
Earl R. Corbett

Mientras que el Judo es conocidos en todos los países de la tierra, mientras que el karate y sus congéneres (tae kwon do, kung fu, vietvodao, Boxeo Thai, Full contact, etc..) son ampliamente conocidos como el Judo, el arte marcial “Aikido” pasa desapercibido entre las multitudes de practicantes de artes marciales. No digo que el Aikido no sea practicado, pero si afirmo que el Aikido no es “comprendido”, no es “entendido” y es el arte marcial más formidable de todos los tiempos. Estas son unas palabras extraídas de la obra de Jay Gluck, “Zen Combat” (Ballantine Books): “Los músculosos policías americanos militares se mostraron llenos de incredulidad cuando oyeron mí descripción de las proezas físicas del hombrecillo viejo, así que ascendimos en el ascensor y conduje al techo plano del edificio donde fue formado un gimnasio, para que pudieran derribarlo. Pero él, pasando en medio de ellos, siguió su camino riendo.” “...El viejo hombrecillo era el maestro Ueshiba, de alrededor de 85 años de edad y nos 39 kilos en su cuerpo de 1,47 m. Tiene la barba blanca, rala y sedosa de un anciano venerable salido de una pintura Ming, y una incesante sonrisa de niño que es contagiosa. Ellos eran cinco policías militares de los USA, de la Cia. 825ª estacionada en Tokio, que me fueron presentados para una demostración. Su peso sumado era de más de 455 kilos. Todos habían estudiado judo o karate, y en varías ejecu-ciones repetidas del ataque tuvieron la ayuda de media docena de cinturones negros japoneses de judo y karate y de kendoistas armados con sables de roble. Nadie tocó al viejo, hasta que él mismo permitió que varios lo sujetaran colectivamente en la forma que quisieran, y luego escapó de sus manos, y los derribó a todos simultáneamente. Tomamos películas de gran velocidad, a 49,5 m. por segundo, e hicimos amplificaciones
Como estaba seguro que sucedería, las copias no mostraron nada más que un anciano sonriente que se movía sin preocupación en medio de soldados atacantes que, al parecer, no tenían noción de la existencia del viejo... indicación que Ueshiba estaba moviéndose en un plano de tiempo diferente,...”
La interesante y espectacular obra del escrito Jay Gluck continúa describiendo durante muchas hojas más, las increíbles facetas del arte Aikido. Yo recomiendo la lectura de esta obra a todos aquello amantes verdaderos de las artes marciales.
Pero esta narración al igual que muchísimas otras de cientos de personas que podrían hablar del gran maestro Ueshiba nos expresan solamente una etapa final, una suprema habilidad de un arte y de un hombre que llegó a las más alta expresión de un arte marcial del auténtico Budo.
He titulado este artículo el arte marcial más misterioso, porque realmente hay mucho que decir y explicar detrás del Aikido y de su fundador “O’Sensei Morihei Ueshiba”.
Han pasado 34 años desde que el Aikido llegó a Occidente, al estado de Hawai. Las primeras prácticas tuvieron lugar en el verano de 1953 sobre la hierba de un parking del restaurante Rainbow Garden. Se comenzaron con diez estudiantes y el Aikido, al igual que otras artes marciales, creció rápidamente en la isla de Oahu. Hawai fue el único lugar del extranjero, es decir fuera de Japón que el gran maestro se dignó a visitar. Nunca más fue a otro país del mundo a mostrar su arte. Su hijo y sus discípulos lo hicieron por él.
El Aikido es un misterioso, secreto, esotérico, “raro”, o diferente arte. Su fundador fue un hombre muy “diferente” a los demás de su generación. Y su maestro, el maestro Takeda Sogaku todavía, me atrevo a decir, fue aún más “sorprendente” y “raro” que el maestro Ueshiba.
Para aquellos que piensen que exagero no tengo que dar más que algunos ejemplos. Con el maestro Takeda Sogaku, además de haber estudiado el maestro Ueshiba –fundador del Aikido-, también estudiaron: Saigo Shiro ( cofundador del Kodokan con J. Kano), Yong Sul Choi (fundador del Hapkido coreano), Doshin So (fundador del Shorinji Kenpo), Ryuho Okuyama (fundador del Hakkory Ju jutsyu) y aún podría seguir con una larga lista más de los más famosos artistas marciales que siguieron las enseñanzas del mismo maestro que tuvo M. Ueshiba.
Pero Ueshiba aunque siempre siguió a su maestro Takeda Sogaku, aún después de haber fundado el Aikido, y aún lo invitó hasta su muerte al dojo de Aikido de Tokio, realizó unos grandes cambios desde el Aikijujutsu de Takeda hasta su propio Aikido.
Algunos dicen: “Aikido es Aikijujutsu sin violencia y con religión.” Hasta cierto punto es real y hasta cierto punto es completamente falso. El Aikido se compone lógicamente de una base que Ueshiba heredó de Takeda, y elimina la violencia en las técnicas y tiene una gran influencia de sentido espiritual y religioso que emana de su fundador, pero ello no significa tomar una tijeras y “cortar” la técnica del estilo que acaba con violencia y “pegar” una dosis de “espiritualidad y de misticismo”. No es así de fácil. Existe una evolución dura, sacrificada, con compromiso, con estudio, con entrega, con horas de quemar el cuerpo y la mente en la búsqueda de un ideal de entrega al arte y a la humanidad. El seguir al líder de la religión Omotokyo (Onisaburo) marcó a Ueshiba. Su compresión del arte marcial por lo tanto es diferente a la de cualquier otro hombre. Los años que Ueshiba gasta en su compromiso religioso, fuera correcto o erróneo, le dejan huella en su corazón y en sus técnicas.
Desde un poderoso arte de combate antiguo cono el arte de la espada, desde el poderoso Aiki ju jutsu, Ueshiba evoluciona hacia un nuevo arte, hacia su propia técnica, con su propia filosofía y mensaje. Del antiguo y sofisticado arte de combate del Aiki jujutsu, compuesto de 2.804 técnicas, al sofisticado arte blando de O’sensei Ueshiba hay un gran camino que muy pocos conocen, por ello el Aikido de nuestros días no es aún vivido, sentido y practicado por los hombres.
Si, la historia de Aiki jujutsu y del Aikido es un misterio, y la historia comienza con las mismas características que rodean a estos dos estilos. Hacia 1915 Morihei es presentado, por un periodista –no una presentación oficial, sino casual- al gran maestro de las artes del Aiki “Takeda Sogaku”. Takeda, de clase alta, seguía con la tradición de solamente aceptar estudiantes de alto rango. Ricos, gobernantes, militares, almirantes, dirigentes. Ueshiba era de un nivel social mucho más bajo. ¿Qué le dijo Ueshiba a Takeda? ¿Qué vio Takeda en aquel hombre, para aceptarlo y convertirlo en su principal alumno? ¿Qué ocurrió en aquella posada de Engaru en el año 1915?.
Hoy, muchos Aikidocas, desconocen la mayoría de secretos, historia, misterios y anécdotas de su arte. Es una lástima. Otros artistas marciales juzgan a priori al Aikido. Debajo de los tipos con falda negra hay una de las artes más sofisticadas de la humanidad.
Pero el gran misterio del Aikido reside en el corazón. Si el corazón está sucio no se progresa en el arte. Debe de unirse al movimiento técnico el movimiento del corazón limpio, del corazón liberado de odios, venganzas, rencillas, egoísmos y malos deseos. Ello queda expresado en el verso y caligrafía del maestro de Aikido Shirata Rinjiro: “Aquellos que desean aprender Aikido, primero deben estudiar su espíritu; si su corazón no es verdadero, El Camino nunca será alcanzado”.
“El Budoca” Extra. Diciembre 1987 nº156. pp.31-32