Dojo Kannagara No Michi

Bienvenidos al sitio oficial del Dojo Kannagara No Michi perteneciente a la Asociación Nacional de Aikido Aiki-Zen. En este sitio encontrarás información acerca de nuestro Dojo y su Dojo Central, como también, algunas actividades y artículos que sean del interés de practicantes de artes marciales de todos los estilos.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Competir

Lasiguiente es una reflexión sobre el aspecto competitivo de Aikido. Haceya varias décadas, cuando O'Sensei aún vivía se produjo el primer cismaen el mundo del Aikido. Sensei TOMIKI, Kenji optó por apartarse deAikikai ante la continua negativa de O'Sensei para convertir Aikido enun deporte de competencia. Las escuelas que se derivaron de ello sedenominaron TOMIKI RYU, pero han habido otras escuelas que adoptaronuna modalidad competitiva. Actualmente muchas de estas escuelas estánabandonando la competencia.
No es sobre estas escuelas deportivasque quiero hablar ahora sino del verdadero sentido de la competencia entodo Budo. En su sentido original la competencia tenia por objetivo elsalvar la vida, O'Sensei decía que en Aikido no hay competencia(deportiva) porque en la vida real el trofeo que uno obtiene es lapropia vida (ser derrotado es morir o resultar gravemente lesionado). Apropósito hay una historia de un legendario guerrero invencible al quele preguntaron el porqué no había sido derrotado nunca, a lo que élrespondió -Sólo peleo cuando sé que voy a ganar, de lo contrario buscoalgún pretexto para evitar el combate-, esta historia nos muestra cuánserios eran estos enfrentamientos.
Quienes practicamos Aikido notenemos frecuentemente la oportunidad de comprobar nuestras habilidadesen un combate real para demostrar que tan buenos somos, seríamos unostontos si buscásemos pelea en todo momento y sin embargo no debemoshuir ante cualquier problema como cobardes, pero tampoco debemos seraudaces al punto de la torpeza.
Hemos visto ya que la competencia noes para derrotar a alguien más sino para vencerse a uno mismo; eloponente es antes que nada, desde esta perspectiva, un indicador de quetan buenos somos. Siempre he admirado a las personas que practicandeportes, porque en una competencia de ese tipo no sólo se tienen quedemostrar habilidades físicas y técnicas sino además psicológicas y decarácter. En un torneo hay que lidiar contra los adversarios y contrael aspecto personal de cada deportista (estrés, ansiedad, depresión,etc.).
Mucha gente no practica Aikido porque ''no hay un clímax, nohay vencedores, no hay victorias, no hay motivación'', en opinión deSensei Saotome esta es una opinión errada. En primer lugar en Aikidocomo en Iaido y Kyudo los practicantes se enfrentan con problemas nomenos complejos que los de los deportistas se debe poner mucho énfasisen la cooperación y la concentración en lo que uno hace, esto en granmedida por la peligrosidad de usar técnicas peligrosas (Aikido trabajabásicamente con manipulación de articulaciones), armas cortantes otécnicas de asfixia (como Judo) y flechas incluso. Es por ello quetambién se hace mucho énfasis en las formas de cortesía, para mantenerla seguridad. En segundo lugar porque en toda arte marcial la victoriamás importante es ''AGATSU'' la victoria sobre uno mismo.
Finalmentelos dejo con un pensamiento de O'Sensei que podría ser aplicado a todoBudo: En Aikido no es importante derrotar a otros sino derrotar lanegatividad que habita en nuestros corazones.....
Fuente:Aikidokai,traducción por S Lopez

martes, 23 de septiembre de 2008

Fundamentos y estrategía Aiki

Voy a exponer estos principios, siempre desde el punto de vista del Aikido como Arte Marcial. Según el Maestro Kitaura todos los estudiantes deben entrenar según su edad y condición, así, un joven de 20 años no debe entrenar como una persona mayor y viceversa.
Todas las técnicas tienen principios fundamentales que no deben ser descuidados fáciles por el estudiante para la progresión correcta y fresca. Estos principios deben ser una constante. Son los siguientes:
Aiki: espíritu o unificación de la energía (unificar la energía, física y mental)
El Aiki se puede dividir en tres niveles: Tai-no-Sen, Go-no-Sen y Seno-Sen.
Tai-no-Sen: Se encuentra al comenzarla técnica, entrando en el momento preciso desequilibrando y debilitando al adversario.
Go-no-Sen: Será más una habilidad mecánica fruto de una práctica constante, sin fin.
Sen-no-Sen: Es una percepción más que una habilidad técnica. Se alcanza sólo después de mucho entrenamiento en un camino desinteresado (sin ánimo de lucro). Es consecuencia de uno habilidad técnica y un espíritu do calidad que nos da pericia y fuerza interna.
No es sólo un espíritu correcto y uno técnica poderosa, sino el retorno al estado inicial, la maestría en la técnica aumenta considerablemente, la claridad mental se vuelve una prioridad, los ataques son rechazados lo antes posible con gran habilidad actuando con benevolencia y compasión. Con esto el círculo se cierra.
Kokyu: respiración limpia (inspirar y espirar)
Significa acción de respirar inspirar-retener y espirar.
Inspirar: se respiro con el estómago, si lo hacemos únicamente con la pare superior de los pulmones, los hombros ascenderán y si lo hacemos muy profundamente los pulmones se tensan y los movimientos se vuelven más lentos.
Retener: se concentra la energía en el Hara.
Espirar: tensamos el Hara. Cuando nos sorprenden nos arrostra la respiración, al espirar nos volvemos mas calmados y podemos liberar la energía retenida anteriormente.
Un ataque será más efectivo cuando el adversario está a punto de espirar, ya que su estado mental puede ser roto por su incapacidad para inspirar. Esto rompo su ritmo, haciéndolo vulnerable.
Inspirar es Yin (In) y espirar es Yang (Yo). Uno respiración limpia nos lleva a una buena salud y a un buen estado mental.
Kuzushi: romper el equilibrio de un adversario (expulsar a otro ser)
Está relacionado con el círculo, cuadrado y triángulo; nos sirve para romper el equilibrio del adversario creando uno apertura (Tsukí) en la que toda nuestra técnica y fuerza pueden ser aplicadas. El punto crítico es uno pequeña fracción de tiempo. Nuestra técnica puede fracasar sin un buen Kuzushi.
Ma-ai: distancia entre adversarios (unificando el espacio)
El Ma-ai es una distancia que nos une, no que separa, el concepto de distancia es similar al de la esgrima. La distancia exacta varia según el individuo.
Originalmente fue concebido para situaciones en las que el adversario portaba una espada haciéndole creer que estaba cómodo en su distancia, cuando en realidad la distancia era similar y no tenía ninguno ventaja. El estudio del Ma-ai es de vital importancia.
Metsuke: fijando los ojos (golpear con los ojos)
Se trata de localizar los ojos para no ser atropado por el ataque del oponente. Metsuke nos interioriza y ayuda a percibir los ataques antes de su comienzo. Una situación de peligro puede ser rechazada con un buen Metsuke. Sakaku Takeda decía “el primer golpe se da con los ojos”. El Maestro Ueshiba podía reflejar gran ternura o profundo terror en sus oponentes con su poderoso Metsuke.
Zanshin: permaneciendo atento al final de la técnica (espíritu restante)
Es un término agresivo. Zanshin debe de actuar como un radar entre nosotros y el Uke al final de cada técnica, puede parecer un momento de relajación pero debe ser la continuación de nuestro ultima acción. Una falta de Zanshin al finalizar una técnica correcta pude abrir en nosotros un Tsuki, aprovechada por el adversario para contraatacar
Agradezco a Sifu X. Zhang las
explicaciones de estos conceptos.
L. Núñez Macua
“El Budoca” Monográfico sobre Aikido

domingo, 21 de septiembre de 2008

viernes, 19 de septiembre de 2008

Musubi Do

De origen japonés, fue creada por el Maestro Metzumo Okawa, antiguo alumno de la escuela de Ueshiba, quien desarrolló y potenció los sistemas de O´Sensei anteriores a la creación del Aikido tal y como hoy es conocido.
Con una fuerte base en el Jiu Jitsu destaca su acción-reacción directa, lo que convierte sus técnicas en devastadoras.
El Musubi Do está estructurado en tres pilares base formadas por las técnicas a mano vacía, el estudio del manejo del Jo, Bo, Naginata y Katana mediante la Sensei Kata, una sola kata que comprende todas las técnicas y movimientos de estas armas y el Tai Kokyu o formas de respiración y coordinación, igualmente un solo Kata (la realización de ambos Katas supera las 3 horas y es de una gran belleza armónica y técnica).-

Destacan como alumnos directos de Sensei Okawa: Sensei Polwaise, Sensei Sato, y Sensei Piqueras, poseedores de los tres libros que reúnen el desarrollo del Musubi Do por Okawa.
En la actualidad hay mas de un centenar de escuelas de Musubi Do en el mundo, siendo Sensei Sato guardián de su tradición en América, Sensei Piqueras en Europa y Sensei Polwaise en Oriente y Australia.
Aunque de carácter reservado y altamente marcial, los resultados en las contadas competiciones y exhibiciones en las ha participado este Arte Marcial denotan el alto grado técnico exigido en sus escuelas, logrando en la mayoría de los casos las primeras posiciones.



Gentileza: Luis Miguel Piqueras López
Editado por Red Marcial

martes, 16 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Siete Principios

Taisen Deshimaru

La fusión del Budismo y el Shintoismo permitió la creación del Bushido, la vía del samurai. Se puede resumir esta Vía en siete principios esenciales:

1. Gi: la decisión justa en la ecuanimidad, actitud justa, la verdad. Cuando debemos morir, debemos morir.

2. Yu: la bravura teñida de heroísmo.

3. Jin: el amor universal, la benevolencia hacia la humanidad.

4. Rei: el comportamiento justo, que es un punto fundamental.

5. Makoto: la sinceridad total.

6. Melyo: el honor y la gloria.

7. Chugi: la devoción, la lealtad.

Estos son los siete principios del espíritu Bushido, Bu: artes marciales; Shi: guerrero; Do: la Vía.

La vía del samurai es imperativa y absoluta. La práctica, al venir del cuerpo a través del inconsciente, es fundamental en ella. De aquí la gran importancia dada a la educación del comportamiento justo.

Las influencias entre el Bushido y el Budismo han sido reciprocas. Pero Budismo ha marcado al Bushido en cinco aspectos:

a) El apaciguamiento de los sentimientos.
b) La obediencia tranquila de cara a lo inevitable.
c) El dominio de sí ante cualquier acontecimiento.
d) La intimidad más grande con la idea de la muerte que con la de la vida.
e) La pura pobreza.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, el maestro Zen, Kodo Sawaki, daba conferencias a los más grandes maestros en las artes marciales, las más altas autoridades del Budo. En los idiomas occidentales, confundimos artes marciales y artes de la guerra; pero en Japonés es: la vía. En Occidente, estas artes marciales, tan en boga, se han convertido en un deporte, en una técnica sin el espíritu de la Vía.

En sus conferencias, Kodo Sawaki decía que el Zen y las artes marciales tienen el mismo sabor y que están en unidad. En el Zen, como en las artes marciales, el entrenamiento cuenta mucho. ¿Cuánto hay que entrenarse? Mucha gente me han preguntado: ¿Durante cuantos años tengo que hacer zazen?>>. Yo les respondo: <>. Entonces mis interlocutores no están ya satisfechos.
Los Europeos quieren aprender rápidamente, algunos incluso en un solo día. <>, ¡dicen ellos!

Pero el Dojo es diferente de la Universidad.
También en el Budo hay que continuar hasta la muerte.

Tomado del libro: "Zen y Artes Marciales"

lunes, 8 de septiembre de 2008

viernes, 5 de septiembre de 2008

El Ki


Hace poco tiempo, redactando la revista de Aikido de nuestro dojo ( Satori), un alumno me dio una carta que quisiera publicar en este articulo por la inquietud, que creo, bastante generalizada con un gran grupo de aikidokas, en especial los que empiezan:
« Hace cosa de unos meses que me sorprendí con los amigos viendo en casa un video. Se trataba de un hombre de complexión delgada, corto de estatura y con una serie de movimientos graciosos, como inspirando fragilidad. La sorpresa vino cuando observamos cómo mediante llaves proyectaba a cada uno de los atacantes. Se trataba de una demostración para el Emperador de Japón, de Aikido, por parte de su fundador el Maestro Morihei Ueshiba. Por nuestra condición de occidentales, rápidamente intentamos imitar aquellos movimientos, pero, pese a su simplicidad, no lo conseguíamos. Uno de nosotros habló sobre el actor de Hollywood, Steven Seagal y dijo que lo que él hacia era Aikido. Ahora lo entendíamos, Aikido es lo que hace Steven Seagal... y eso que creíamos que se trataba de Karate o Kung-Fu...
Hacía poco tiempo que yo había dejado de practicar hockey sobre hielo, deporte del que muchas personas coinciden en opinar lo mismo: es un deporte para brutos, para “hombres”, en el que siempre hay peleas y sangre. Pero esto no es así. Ni en el hockey sobre hielo hay siempre peleas, ni Aikido es lo que vemos en la gran pantalla por parte de Seagal. Hablar de Mario Lemiux o de Mike Modano es hablar de hockey sobre hielo, como hablar de Ueshiba o Tamura es hablar de Aikido. Aquí sí
Esto viene por el desconocimiento, por enjuiciar prematuramente, algo que nuestra sociedad entiende mucho. No soy un entusiasta del Aikido, pero al igual que el hockey sobre el hielo me llama la atención, pero por el arte de Ueshiba siento algo más que interés. En gran medida, por la condición de arte que el Aikido tiene. Sorprendentemente hay, tras el Aikido, una bifurcación existencial entre el mundo, el individuo y la armonía universal. Algo que otros deportes no te proporcionan por mucha expectación que tengan. Hablamos de arte y no de deporte; desde mi punto de vista no he sentido el Ki en mi vida, pero con segundad creo que los grandes maestros de Aikido sin duda sienten y viven acondicionando el Ki a sus quehaceres sean orientales u occidentales.
Otra de las cosas que me despierta expectación en cuanto al Aikido es la condición física de los aikidokas. Uno tiende a pensar, desde fuera, que todas las Artes Marciales son iguales y que sus practicantes poseen y lucen cuerpos musculosos y perfectamente estilizados ( en gran parte, por la atomización publicitaria sobre el falso culto al cuerpo que a mi parecer padecen los ’90). Esto tampoco es así. No tiene nada que ver tener un sobre peso de 20 kilos ( Kenshuo Furuya, 6º Dan), ser especialmente flemático, ser hombre o mujer para practicar Aikido. El Aíkido es bonito, y a las puertas del siglo XXI, por lo que a mí respecta no lo practico para defenderme ( con tantas armas en la calle, de nada sirve nada contra una bala certera), si no más bien para sentir en mí un arte que siente mucha gente más ( independientemente si confundo todavía lo que es Irimí y lo que es Taisabaki ) y de alguna manera, transportarme a una época donde el origen del Aikido tenia una importante función y un consolidado peso social ».
“ Cultivar el espíritu. Alimentar con pensamientos agradables. Seleccionar las ideas que se presentan. Rechazar los pensamientos en el momento en que aparezcan. Dedicarse a la alegría y desechar la tristeza. Desechar el miedo...”
“ Basta el menor polvo para empañar un espejo “ Es por lo que la tarea del hombre consiste en desempolvar continuamente el espejo de su espíritu.
Estar “animado” es casi sinónimo de estar vivo. “Anima” en latín significa alma y corresponde a la palabra griega “Pneuma” que significa alma y soplo, aliento. Estos vocablos “antiguos” son los más aproximados a la palabra Ki que conocemos o utilizamos los occidentales para referirnos al Ki. El Ki es nuestra energía interna por lo que ani¬ma y da vida a todos los órganos de nuestro cuerpo.
Pero ¿qué es el Ki? No es el “soplo”, tampoco el “espíritu”, ni el magnetismo. No podemos todavía medir el Ki. Se¬guramente nunca lo logremos; el Ki está a la vez dentro y fuera de nosotros, en el Cielo y en la Tierra. Tal vez se podría decir que es la vibración de la Vida. Hay muchas expresiones populares que se refieren a este soplo, a esta energía que circula en nosotros ("Estar desfasado”, “cargar las pilas"..,)
Todo lo que se mueve tiene el Ki en todo momento. Consciente o incons¬cientemente. Y Si es así ¿Para qué sentir el Ki?
Sentir el Ki se traduce por “estar injertado en la Vida".
Cuando escuchamos la radio o vemos la televisión, existe a la vez energía e información. Es tal vez el mismo fenómeno que ocurre con el Ki, en el momento en el que se siente, pasan a nosotros energía e información y Vida. Sentir el Ki es pues aumentar el “capital-Vida" o por lo menos mejorarlo.
¿Cómo sentirlo? Respirando. Pero eso ya lo hacemos todos, de lo contrario moriríamos. ¿Pero respiramos como decía Lao-Tse? "El verdadero hombre respira desde los talones". Respirar Ki es respirar enérgicamente, es preciso no poner voluntad en ello, no forzar hay que relajarse y dejar hacer.
Esta energía vital, este Ki existe en todo el Universo. Según la tradición Taoísta, cada ser humano recibe al nacer:
- Una energía-sangre que le viene de su madre y que ligado a la Tierra es Yin,
- Una energía-soplo que viene del padre y que ligado al Cielo es Yang.
La energía-sangre y la energía-soplo circulan naturalmente en nuestro cuerpo sin que tengamos que ser conscientes de ello. Las dos circulan por nuestro organismo, pero mientras que la trayectoria de la sangre la podemos ver no podemos ver la trayectoria de la energía, sin embargo está ahí y va de órgano en órgano activando todas las células de nuestro cuerpo.

A continuación voy a "intentar" explicar "la prueba del Ki". Esta práctica es muy utilizada por el Maestro Itsuo Tsuda en su "movimiento generador" que es como él definía a su Aikido. En primer lugar vamos a escoger un momento en el que estemos tranquilos y no vayamos a ser molestados; no es necesario estar solos, también podemos hacerlo en grupo, siempre y cuando el ambiente sea distendido y relajado en camaradería (sin escepticismos).
Siéntese en un cojín, no estirado en el sofá, donde perdemos la verticalidad de la espalda y por lo tanto bloqueamos nuestra respiración.
Ahora respiremos tranquilamente y juntemos las manos delante de la cara (como en oración) pero sin que las palmas se toquen. Intente "pensar en las manos" y pasar la respiración hacia las palmas (inspiración y expiración). Sin rigidez, sin obligar; como si de un juego se tratara.
Separe y acerque las palmas intentando sentir la consistencia del aire, como sí un globo estuviese entre ellas ( si es necesario cierre los ojos) es importante visualizar este hecho.
Enseguida notará un especie de calor, o una densidad del aire no acostumbrada en el centro de sus palmas, quizá un picor.
Si no siente nada, no se preocupe, "las manos de los occidentales están más acostumbradas al bricolaje que a sentir" (Itsuo Tsuda).
Vuelva a intentarlo desde el principio frotando las manos una contra la otra para "calentarlas" o “despertarlas" y sienta la densidad del aire; luego suba y baje las manos siempre suavemente, cuando las palmas se crucen sentirá "algo” aunque el efecto puede ser en un principio un poco vago.
Puede practicar este ejercicio todas las veces que crea conveniente sin ningún tipo de problema, más bien diría que es beneficioso darse cuenta de la existencia de que "algo hay" y sensibilizar poco a poco la capacidad innata de "sentir" nuestra energía interior.
Actualmente en nuestro Dojo han comenzado las clases de Aikido por las mañanas. Creo que es mucho más fácil trabajar cualquier tipo de actividad dedicada a las "sensaciones" internas, a una hora temprana por el simple hecho de que estamos mucho más relajados y no tenemos tanta dificultad para concentrarnos en la práctica.
Luis Núñez Macua
"El Budoka" nº 279 Pág. 41-42

jueves, 4 de septiembre de 2008

El valor de la práctica y la demostración


El 9º Congreso y Seminario de la Federación Internacional de Aikido tuvo lugar en el Centro Olímpico de Yoyogi, Tokio( 7 al 12 de septiembre). Este evento incluía seminarios y demostraciones. Los seminarios disfrutaron de su buena reputación desde el principio y se vio un gran número de participantes, más de 600. Las demostraciones se celebraron por primera vez y consistían en representaciones de miembros de la IAF, haciendo de este un evento a gran escala. Aunque sabían a poco la mayoría de las representaciones ofrecidas y su desarrollo de la práctica y niveles de habilidad, vi todas las demostraciones de principio a fin. Mientras desafortunadamente no me quedó la impresión de que todas las demostraciones eran buenas, hubo dos o tres que fueron sonadas.Desde antes, siempre que veo una demostración me esfuerzo por observar todo a cerca de cómo los participantes entran en el tatami, la dirección en que caminan, cómo se sientan, permanecen quietos y cómo saludan. Como resultado he notado que hay una relación significativa entre tales comportamientos y la demostración de si mismos. Los que hacen una buena demostración, desde el momento en que entran y miran al compañero tras saludar, exhiben ya la actitud de que están en una situación seria. Están tranquilos, con los sentidos recogidos, la parte superior del cuerpo relajada, y el conjunto de su actividad se hace cómodo.
Practicamos Budo en el formato de ataque y defensa con un compañero. Por consiguiente, tendemos a preocuparnos por cómo derrotar al compañero, desarrollando malos hábitos y usando demasiada fuerza. En prácticas tales como el kenjutsu, en las cuales usamos armas, hay un conocimiento básico de que incluso un toque corta. Sin la postura correcta y la distancia, el arma no puede usarse de forma efectiva. Además como el uso del arma con una actitud pobre pone en peligro al propio practicante, la práctica se conduce con seriedad y atentamente.
Aunque hay demanda de seriedad y atención en artes cuerpo a cuerpo también la distancia se cierra y hay contacto directo con el compañero, lo que da como resultado que ambos el cuerpo y los sentidos lleguen a estar rígidos instintivamente. Cuando uno trata de derrotar al compañero, se hace necesario inflingir un daño considerable para lo que debemos causar una postura de sufrimiento y uno usa demasiada fuerza y desarrollamos malos hábitos. Consecuentemente la seriedad y la atención se pierden y el movimiento llega a ser indolente y temerario.
Para evitar tales progresos, es necesario desconfiar de peocuparnos con que las técnicas sean o no efectivas, y primero simplemente repetir las formas, de ambas formas, tori y uke, correctamente. Es simultáneamente crucial cuidarse de observar el uso de nuestro cuerpo y el estado de nuestro corazón/mente, y la relación entre los dos durante cada técnica. Uno debe tener presente tomarse el tiempo necesario para asimilar todas las técnicas que envuelven de pequeños movimientos de brazos y piernas, a movimientos más largos y simples, de tal forma que la fuerza no sea usada en exceso.
Basándonos en lo precedente, si consideramos las demostraciones como un estado de seriedad, que cultivamos a diario durante la práctica, desde las técnicas al estado de nuestro corazón/mente, cabe esperar que lo manifestemos durante tales eventos. Es especialmente en tales ocasiones que uno no debe ser consciente del compañero o técnicas, y percibirse con humildad y con una mente vacía.
Endo Seishiro, Aikido Dojo-cho (Noviembre 2004)
Traducción al inglés Daniel Nishina
Traducción al español, Daniel Díaz

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Keiko Wakabayashi: “El Aikido puede salvar vidas en el campo de guerra”


Con varias decenas de años ya vividos, estudió artes marciales desde 1970, además es ex cantante de opera y en la actualidad entrena a las fuerzas militares de Italia. Sin perder la feminidad, a sus 77 años es 5º Dan de Aikido y prueba viviente de que todo se puede en esta vida.

Si bien hoy en día es reconocida alrededor del mundo como “la abuelita samurai”, lo cierto es que Keiko Wakabayashi es un modelo de vida a tener en cuenta. Ella se maquilla modestamente aún para entrar al tatami, y demuestra lo marcial de las artes orientales rompiendo con los paradigmas de la brutalidad y la fuerza como método de sumisión.

Con su metro y medio, les dice a sus alumnos "No crean que es imposible, lo físico no importa. Sino, mírenme a mi”, mientras les enseña de la manera más intensa los secretos de las artes marciales, entrenando con ella las disciplinas de mano vacía y de armas.

En el 2000, Keiko arribó a Toscana, Italia, donde tiene su residencia, persiguiendo el sueño de enseñar en Europa.

Impulsada por la partida de su hija Yoko, viajó con la intención de ganarse la vida enseñando lo que mejor sabe hacer: Aikido.


Un envidiable currículo de vida

El linaje de su familia, los Wakabayashi, es samurai, además de haber estudiado con el maestro Kuni las técnicas del Aikido, Kendo, Karate, JuJitsu, JoJutsu, Kenjutsu y Judo.

Entre sus muchas hazañas se cuenta el entrenamiento formal en artes marciales a la brigada italiana de paracaidistas denominada “Folgore” -primera de su clase-, en el año 2004. Como si fuera poco, a sus 77 años fue contratada por la milicia italiana nuevamente para entrenar a las filas de corpulentos hombretones.

A ellos les explica el valor del Aikido, el arte de la paz, dentro del campo de batalla; inclusive les recalca que será esta la que les salvará la vida en los momentos cruciales “a los soldados les es muy útil, porque en una zona de guerra en la que no pueden llevar armas pesadas puede significar su salvación” dijo en declaraciones al diario Elmundo.com.


Keiko Wakabayashi y su legado samurai

La anciana artista marcial nació en febrero de 1931 en la isla japonesa; inició sus estudios en las artes marciales bajo la tutela de Kuni, el reconocido maestro de Jiu Jitsu.

También se destaca el estudio de la Naginata en 1940 y el Yari cuatro años más tarde. Ya para 1947 obtuvo el 1º Dan de Shinden Ryu (Iaido) para continuar el camino del Sogobudo - movimiento que surge de la agrupación de todas las artes marciales de origen japonés- en varias disciplinas principalmente con armas.

Durante 1996, 1997 y 1998, sensei Keiko se graduó de 3º Dan de Judo, 5º Dan de Aikido y 8º Dan de Nihon Budo Kenshyu Sogobudo.


Práctica del Sogobudo a través de las armas:

1969 - Nihon Budo Kenshiyu (Sogobudo)
1969 - Ken Jutsu (Sogobudo)
1969 - Bo Jutsu (Sogobudo)
1969 - Tessen Jutsu (Sogobudo)
1969 - Jiyo Jutsu (Sogobudo)
1969 - Shuriken Jutsu (Sogobudo)
1969 - Batto Jutsu (Sogobudo)
1970 - Inicia la prática del Judo
1971 - Aikido Shodan (cinta negra)
1971 – 1er dan de Sogobudo
1996 - 3° dan en Judo
1997 - 5° dan en Aikido
1998 - 8° dan en Nihon Budo Kenshyu (Sogobudo)

Fuente: Redmarcial

martes, 2 de septiembre de 2008

lunes, 1 de septiembre de 2008

Acerca de las Vías Marciales de Japón – El entrenamiento de la unificación del cuerpo y espíritu


Cuando visito los dojos bujutsu (artes marciales) en diferentes lugares, me doy cuenta de que muy pocos tienen un templo para los “Kami”. Esto es especialmente verdadero en los dojos de las escuelas. Parece que la gente moderna piensa que puede dominar el budo y entrenar en el bujutsu simplemente moviendo el cuerpo. Cuando observo a las personas que han estado entrenando con esa actitud, y logro practicar intensamente con ellos, siento una clase de pena inexpresable acompañada de una gran responsabilidad. Un “dojo” es, como lo indican los caracteres con los que se escribe esta palabra, un lugar de entrenamiento (jo) de la “vía” (do o michi). Actualmente “dojo” es sustituido por el término “fábricas”. A manera de analogía, a pesar de los grandes avances en las ciencias y del progreso en la fabricación de aleaciones y en la fundición de metales, las espadas modernas no tienen comparación con las famosas espadas del pasado. Alcanzar un acuerdo entre la ciencia moderna y las creencias del antiguo Shinto, constituye el gran camino que representa nuestro objetivo. Me gustaría comprender la esencia del budo a través de este espíritu de acuerdo entre lo antiguo y lo nuevo.
No es el filo de la espada lo que corta primero, sino el sakki, el deseo sanguinario de matar lo que lo impulsa desde la mente del atacante antes de que la misma espada se mueva. Yagyu Taiima no Kami, el famoso profesor del tercer Tokugawa Shogun, Yagyu caminaba un día en un jardín, seguido por un sirviente que fue asaltado repentinamente por un pensamiento: “Si lo atacará ahora, incluso un gran espadachín como mi maestro sería sin duda, incapaz de resistir…” En ese instante, como si hubiera sido controlado por una gran ansiedad, Tajima no Kami regresó precipitadamente a sus aposentos y habló con su sirviente “Mientras caminaba en el jardín, sentí que el sakki me atacaba. Pero nadie excepto tu estaba presente. Lo que temo es el sakki en donde ningún enemigo es aparente”.
por Moritaka Ueshiba
Este artículo fue escrito por Morihei Ueshiba O`Sensei y publicado por Stanley Pranin en Aikido Journal en 1981. Figura en un escrito de información de Budo Senyokai aparecido en 1932. En esa época O'Sensei se llamaba todavia Moritaka Ueshiba, porque en Japón es usual cambiar de nombre durante su vida.
Aiki News #42 (November 1981)
Traducido por Angye Alejandra Bahena García