Dojo Kannagara No Michi

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martes, 2 de diciembre de 2008

Shi: El Maestro

Nadie, no importa su entusiasmo, empeño o cuan auto preparado esté, puede ir muy lejos en el Camino de las artes marciales sin la guía de un maestro. El maestro es imprescindible. Aun más, de todos los que consideran buscar uno, solo algunos pocos inician la búsqueda, y menos aun persistirán lo suficiente hasta que lo encuentran. Y ya es su presencia, ¿cuántos serán los suficiente listos para aprender de él?

La figura del maestro se teje en la imaginación. Se tiene la imagen de un gurú taciturno, un sabio que todo lo sabe, de un asceta excéntrico, pero todo esto pierde la marca la mayoría de las veces. Cuando no está enseñando o entrenando, el maestro tiende a ser el más locuaz y el primero en admitir que existen huecos en su conocimiento. En lugar de ser un ermitaño, se parece más a un contador, un granjero o un conductor de tren. Cualquiera que sea su personalidad, el maestro de aikido se caracteriza por ciertos rasgos inevitables. Ha cruzado el Camino, ha explorado sus principales rutas pero también muchas de sus arterias no tan conocidas y apartadas. Y tiene la habilidad y el deseo de llevar a la siguiente generación a lo largo del mismo Camino.
En las artes marciales el rol del maestro nunca debe ser subestimado. El Camino marcial no se transmite por instrucción escrita. Muchas veces los compañeros de entrenamiento son de poca ayuda porque ellos también están aprendiendo y es por esto que a menudo se les pide no estrenar sin supervisión. En las artes marciales el maestro es la única fuente de enseñanza. Sin él, el estudiante se podrá encontrar a ciegas en un camino sin salida, y podrá confundir el Camino con una ruta retorcida, y peor aun, esta falsa ruta atraerá al estudiante y este, sin la instrucción adecuada, se perderá. Solo con la guía de un maestro se tendrá la esperanza de seguir el Camino correcto.
Muchos términos en japonés denotan maestro; shihan, shisho, doshi, renshi, kyoshi, hanshi. Shi, el elemento común, se basa no en un concepto pedagógico, como uno podría suponer, viene en su lugar de un concepto topográfico. El radical para shi es aquel que denota "colina", con trazos adicionales que significan "una planta crecida." Una "colina cubierta de árboles" se convierte en una metáfora lógica para maestro si, como en muchas palabras japonesas, consideramos su herencia militar. Para observar a las tropas durante la batalla, el comandante tomaba posición en lo alto de la colina. La ventaja de la altura era indispensable para tener una visión amplia durante el desarrollo de la estrategia. Pero como esto también lo hacía un blanco atractivo, el general prudente, si era posible, escogía una colina arbolado. Escondido en el fondo de árboles, podía observar y dirigir sin llamar la atención hacia él.
El maestro mira y enseña desde una perspectiva similar. Su personalidad, completamente templada durante el proceso del Camino, está desprovista de la inseguridad que inquieta al ego. Se mostrará sin pretensiones, su humildad reflejará una personalidad de tal fortaleza que ningún artificio se percibe en él. Esta personalidad le servirá en su rol de maestro. El maestro llevará su instrucción calladamente. De algún modo estará en el fondo aun cuando se encuentre en el centro del entrenamiento. Él será el general en lo alto de la colina.
El método sutil del maestro al impartir su instrucción será entendido solo por una minoría de los que estudian con él. Aquellos pocos lo observarán, tal como el soldado talentoso mantenía un ojo en su líder para conocer el curso de la batalla. De esta forma el maestro se asegurará de que solo los perseverantes y astutos lo emularán. Estos serán los estudiantes dispuestos a confiar plenamente en el maestro y que tienen el deseo de seguir los pasos que él ya ha caminado.
Desde esta posición en la colina, el maestro tiene una vista que pocos tienen. En todo momento estará observando y su dirección será obedecida. Solo él pude guiar en esta jornada particular y solo el aikidoka astuto lo seguirá.

Fuente:aikidokai,traducción Salvador Lopez Ollinkikai Aikido

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